Tras empatar contra el Castelldefls (25-25) en la primera jornada en un partido que tenía ganado y vencer con mucho sufrimiento al Morvedre (25-24) una semana después, las de Santa Eulària sacaron ayer el balonmano que llevan dentro para sumar su primer triunfo holgado y divertir a la afición. Al Puchi le ha venido bien la semana de descanso para seguir conjuntando las piezas de una maquinaria que parece estar ya bien engrasada.
El tanto inicial de Sara Alonso no fue más que un espejismo. Dos tantos consecutivos de Patricia Cañavera y otro de Ana Ferrer, precisamente las dos máximas goleadoras del partido con nueve y siete dianas, respectivamente, situaron el 3-1 en el marcador al filo del minuto siete. Irene Carrión, también con dos tantos seguidos, aumentó la renta máxima a tres (5-2, min. 8).
‘In crescendo'
La ventaja creció paulatinamente con el paso de los minutos hasta llegar a ser de siete (15-8, min. 28), aunque Alba Simón dejó el marcador en 15-9 al descanso. Nada más reanudarse el encuentro, Joana Rieres redujo a cinco la distancia, pero un parcial 3-0, con goles de Ana Ferrer, Ana Boned y Patricia Cañavera supuso de nuevo la máxima renta del choque (18-10, min. 35).
El paseo era tal que la distancia siguió creciendo hasta llegar a ser de diez cinco minutos después con un tanto de Ana Ferrer que significaba el 23-13.
Pese a los esfuerzos de las visitantes por maquillar el marcador, que reflejaba un 26-20 a falta de menos de nueve minutos para la conclusión, lo cierto es que el Puchi no estaba por la labor de dejar escapar la posibilidad de asegurarse el goal average particular con el Amposta. Volvió a imprimir una marcha más a su juego y fue capaz de igualar su máxima ventaja del encuentro, los diez goles de diferencia, cerrando el partido con un 33-23 que supone, además, un aviso a navegantes. El Puchi ya está aquí.
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