Andrea Ibáñez posa en la pista del pabellón de sa Blanca Dona tras el entrenamiento de ayer.

Andrea Ibáñez crece a pasos agigantados. Sus victorias en División de Honor, máxima categoría nacional de bádminton, con apenas 15 años no han pasado desapercibidas para la selección española, que ha decidido convocarla en categoría sub 19. La integrante del Club Bádminton Pitiús disputará el Internacional de Spanish Junior Internacional y los Campeonatos del Mundo Escolares.

La primera de esas citas se celebrará en Oviedo entre los días 19 y 21 de febrero. La segunda tendrá lugar en Malta desde el 28 de marzo hasta el 3 de abril. En Asturias jugará la competición individual y la de dobles. «Irá gente de fuera, como Tailandia, y habrá bastante nivel. Además, no es de mi categoría. Allí participa gente de hasta 18 años», indicó al respecto. Con todo, «miedo no hay que tener». «Intentaré hacerlo lo mejor posible», agregó. En cuanto a la cita mundial, la competición será por equipos. «No sé si jugaré allí el dobles o el individual», comentó.

La ibicenca destacó que comenzó la temporada «con un objetivo claro que no ha podido cumplirse». «La lucha para participar en los Campeonatos de Europa ha sido muy dura y reñida hasta el último momento. Aun así, el trabajo sí ha dado frutos que se traducen en estas otras convocatorias que no me esperaba, pero que afronto con muchísima ilusión. Representar a España es algo que aún no he experimentado y que estoy segura me dará motivación para afrontar nuevos retos», explicó.
La temporada que está cuajando está siendo espectacular. «La verdad es que no esperaba ni que me cogieran para el equipo de División de Honor. Ya estaba contenta con eso. Además, como era pequeña, no esperaba hacer partidos buenos. Si encima puedes ganar y ayudar al equipo, mejor que mejor», comentó Andrea Ibáñez.

La del CB Pitiús, actual subcampeona de España en categoría sub 15, tiene como sueño «llegar a jugar unos Juegos Olímpicos». Para ello, se entrena entre tres y tres horas diarias, unas ‘palizas' que están teniendo su recompensa. Es una de las sucesoras naturales a día de hoy de la española Carolina Marín, campeona mundial, a quien tuvo oportunidad de conocer este verano durante el stage de la internacional en Eivissa. Es más, incluso disputó un minipartido con ella a once puntos que se saldó con el resultado de 11-6. No deja de ser anecdótico, pero hacer seis puntos a la campeona del mundo no lo hace cualquiera. Quizá sea el prólogo de una bonita historia.