El conjunto rojillo demostró su capacidad de trabajo y sacrificio en un partido que se complicó nada más arrancar la segunda parte, cuando Jordi Martí vio la segunda tarjeta amarilla y dejó a los suyos en inferioridad numérica con 0-0 en el marcador.
Tras una primera parte para olvidar, en la que las mejores ocasiones fueron para los mallorquines, la expulsión de Martí supuso, al contrario de lo que se esperaba, una motivación extra para los visitantes. Górriz se echó entonces la responsabilidad del gol a la espalda para adelantar a los suyos el minuto 73.
Locura
No duró mucho la alegría, pues, tres minutos después, el Rotlet Molinar igualó la contienda por mediación de Silva. Si poco había durado la felicidad para el eqiupo rojillo, menos aún duró para los mallorquines. Y es que el delantero vasco de los de la pitiusa menor volvió a poner por delante a los suyos en la siguiente acción ofensiva. Tres goles en tres minutos. Impresionante.
El Rotlet Molinar buscó el empate a la desesperada, pero no pudo con el sólido entramado defensivo de un Formentera que, pese a estar en inferioridad numérica, se las apañó bien para mantener la posesión cuando tenía el balón en su poder.
Cuando el partido agonizaba, Pepe Bernal, tras un centro de Isaac, se encargó de poner la puntilla para amarrar los tres puntos y catapultar al Formentera a la primera posición de la tabla clasificatoria.
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