José Alberto Marí, fisioterapeuta del San Rafael, es el hombre milagro encargado de mantener a la plantilla ‘blue’ en plena forma física. | DE

El éxito a final de temporada en un equipo de fútbol depende de perfecto funcionamiento de todo un engranaje interno con muchos aspectos y factores a tener en cuenta. La técnica, la táctica y una óptima condición física son elementos imprecindibles para la buena marcha de una plantilla de fútbol.
La técnica, innata o adquirida, para un mayor dominio del balón, junto al manejo de los conceptos tácticos, constituyen en buena medida aspectos básicos para todo buen jugador de fútbol. Pero si hay un elemento que quizás escapa a su control, ése es el apartado físico. Ahí es donde aparece la insustituible figura y el encomiable trabajo que desarrolla el fisioterapeuta en el esquema de un equipo.
Un buen ejemplo de lo que estamos hablando lo encontramos en José Alberto Marí, fisioterapeuta del San Rafael, un conjunto que en este arranque de la temporada está demostrando el buen hacer diario de su fisio, pues, no en vano, gracias a sus expertas manos se trata del equipo de la Tercera División balear que menos bajas por lesión ha tenido en los últimos dos años.
José Alberto Marí, fisoterapeuta graduado, suma a ello además nueve años de estudios universitarios superiores en el ámbito deportivo, traumatológico y médico, conocimientos que al ser aplicados le permiten recuperar a sus jugadores en el mejor y menor tiempo posible.
«La labor del fisio es básica. Si uno deja al equipo en óptimas condiciones físicas el entrenador cuenta con más opciones a la hora de hacer y gestionar el equipo», explica Marí.
En este sentido, el ‘mecánico’ de la plantilla matiza que «la prevención es fundamental para evitar posibles lesiones. En función de cómo corre cada jugador hay que prever cual puede ser el tipo de lesión muscular que puede padecer más adelante. Por eso es muy importante la planificación, el análisis y el estudio del día a día de cada jugador».
Asimismo, José Alberto Marí reconoce que «estoy muy contento porque existe una sintonía perfecta con todo el cuerpo técnico y mantenemos una constante comunicación. El míster, Vicente Román, además de un grandísimo profesional, es una persona muy razonable y propensa a escuchar las recomendaciones del fisoterapeuta sobre el estado de algún jugador».
«Formamos un matrimonio muy bueno. Vicente confía en mí y yo, en él. Tenemos muy claro que para hacer un entreno que va a restar en vez de sumar, mejor dejar descansar al futbolista», asegura el fisio del San Rafi.
Como fórmula de éxito, Marí apunta que «una buena pretemporada con una carga de trabajo físico bien planificada hace que los jugadores se adapten mejor y ahora puedan estar más frescos».