Imagen del once inicial del Formentera en el pasado encuentro ante la Peña Sport de Tafalla.

El Formentera inicia mañana un largo viaje para afrontar el domingo a las 20,00 horas en Sanlúcar de Barrameda, al sur de la provincia de Cádiz, el partido de ida de la segunda eliminatoria de ascenso a Segunda División B.

La expedición rojilla se enfrenta a una auténtica odisea de alrededor de 10 horas de viaje, en el que cubrirá, por mar, aire y tierra, más de 1.200 kilómetros de distancia. El plantel formenterés, acompañado por su directiva –los desplazamientos hacia y desde las islas son financiados en parte por la RFEF, hasta 21 expedicionarios en total– iniciará su particular epopeya por la mañana en el barco que les conducirá desde la Savina hasta Eivissa.

En el aeropuerto de es Codolar tomará a las 13.30 horas su primer vuelo rumbo a Barcelona, donde hará escala antes de sobrevolar los casi 900 kilómetros que separan la Ciudad Condal de Sevilla, donde aterrizarán a eso de las 19.45 horas. La delegación de Formentera tomará entonces un autocar para recorrer los 115 kilómetros que le conducirán a Puerto de Santa María, localidad en la que tendrá el Formentera su cuartel general.

Preocupaciones

Una de las principales preocupaciones de la expedición rojilla mañana es que se perderán la final de la Champions League que enfrenta al FC Barcelona y la Juventus de Turín. Los más avanzados en esto de las nuevas tecnologías tendrán que echar mano de sus ‘tablets' y ‘smartphones' –si cuentan con velocidad de descarga y megas suficientes– para no perder detalle del partido de la temporada en el autobús que les trasladará a tierras gaditanas.

Pero ver o no la final no es el principal quebradero de cabeza de los rojillos. Su estado de ánimo tras el varapalo sufrido el pasado domingo ante el Peña Sport, su preocupante falta de gol –solo fue capaz de marcar de penalti en el minuto 181 de la primera eliminatoria– y las escasas referencias que manejan sobre su rival, el cuarto clasificado de la Tercera andaluza occidental, mantienen en vilo a la plantilla.

Por si fuera poco, una de las piezas clave en el ataque formenterense, el extremo Winde, tiene prácticamente descartada su presencia el domingo, mientras que son duda el delantero Brazález y el lateral Lluis Micaló, que acabó lesionado el último encuentro por una sobrecarga en el gemelo.