Guirado señala al cielo, en memoria de su recién fallecido abuelo, nada más proclamarse campeón. | Toni Escobar

«Es el día más importante de mi vida». Con estas palabras resumía Adrián Guirado su sentir después de conseguir una nueva victoria, pero una cualquiera, sino una que dedicó con el corazón a su abuelo, fallecido dos días antes de la IV Cursa Flor d’Ametller, carrera que contó con 243 participantes en la prueba reina. El corredor santaeulaliense sacó fuerzas de flaqueza para superar su estado anímico y conseguir un contundente triunfo en Santa Agnès, donde pulverizó el récord (24’52’’) que él mismo compartía con Ricardo Rueda para dejarlo en un sensacional 24’16’’, un crono que incluso pudo haber sido mejor de no haberse parado en la recta final para homenajear a su familiar. No en vano, corrió con una camiseta del Real Madrid de la que se desprendió en los últimos 100 metros, en los que anduvo algunos segundos apuntando al cielo.

El emotivo éxito de Guirado no fue lo único remarcable de la cita sanantoniense, cuya distancia era de 7.500 metros sobre un circuito al que había que dar dos vueltas. En féminas, Carolina Gámez logró su primera victoria desde que hace año y medio se adentró en el mundillo de las populares. La del Club Atletisme Santa Eulària sí había ganado la Cursa Popular Pagesa Xtrem, pero esta prueba era de obstáculos, no una carrera pura y dura como la de ayer, donde por fin tuvo el placer de saborear la victoria.

La competición comenzó con Ricardo Rueda tirando del carro, pero pegado a él se encontraba Adrián Guirado. Samuel Urbano se mantuvo cerca, sin perder la distancia. Cuando el del Ample32 metió la quinta marcha, se acabó lo que se daba. Ni el del Sa Raval ni El Maestro pudieron hacer nada para frenar al a la postre campeón, que se mostró intratable. Guirado corrió la cita con una camiseta del Real Madrid en honor a su abuelo, que era «un fan de este club». «Me la tuve que poner por la mitad porque me pedían los organizadores que se viera el dorsal, pero mi idea era ponérmela entera y quitármela en la recta final para que ahí se viera el dorsal. Es su equipo de toda la vida y siempre estábamos hablando del Madrid y de fútbol». explicó el santaeulaliense, que ayer debía haber participado en el Cross Ciudad de Castellón y tuvo que cambiar de planes tras la desafortunada noticia del fallecimiento de su abuelo.

«Corrí por él»

Para el ganador, la pérdida ha sido grande: «No fui a Castellón porque tenía que despedirme de mi abuelo. Me ha dolido mucho. Es una persona importante toda mi vida. Corrí aquí por él, porque le gustaba siempre que corriera. No sabía que estaría con tantas fuerzas, porque ayer –anteayer para el lector– estaba destrozado. No he estado tampoco al cien por cien, porque estaba un pelín débil, pero me encuentro bien. Desde el principio me he ido. Estoy con mucha confianza y creo que estoy un punto por encima de los demás».

Samuel Urbano cruzó la meta en segundo lugar con una marca de 25’32’’, a más de un minuto del campeón. El atleta independiente confesó que no se encontraba bien por culpa de «una gastroenteritis». «Estaba preocupado, porque no había entrenado bien. El miércoles tuve una gastroenteritis y no dormí en toda la noche. El jueves estuve fatal y dejé de entrenar un poco. Vine con miedo. La idea era ir tirando. Lo hizo Ricardo y Guirado fue tras él. Yo estuve separado, tirando del grupo, pero como no me encontraba bien decidió escapar porque de lo contrario me iban a ganar todos. A partir del kilómetro dos, Adrián ya se había ido del todo y yo me acabé escapando de los demás. Estoy contento de haber quedado segundo. Es la tercera vez que acabo en este lugar y también hice un tercer lugar en estas cuatro ediciones. No hay manera de ganar, pero, con 37 años, mientras esté ahí, me va bien», afirmó Urbano, que terminó por delante de Ricardo Rueda, tercero con un tiempo de 25’49’’.

En categoría femenina, Carolina Gámez cruzó la meta con un registro de 33’35’’. La del Club Atletisme Santa Eulària se mostró muy humilde al señalar que su triunfo se debió a la ausencia de corredoras como Alexia Hartmann, Nuria Atienza o Indre Barkute, pero la realidad es que gana quien cruza primero la meta y todo lo demás no importa. Su triunfo tiene, por tanto, todo el mérito del mundo. Gámez, que «no conocía la carrera» al ser su primera participación en ella, confesó que «pensaba todo el rato en no frenar». «Era mi oportunidad para llegar primera», dijo la corredora, que ha ido «progresando y bajando tiempo en todas las carreras».