Un solitario gol de Bernal –como ya hiciera en el encuentro de ida– le bastó al equipo de la pitiusa menor para llevarse los tres puntos frente a una Penya Ciutadella que en la segunda parte se creció, dominó a su adversario y pudo y tuvo que haber marcado, aprovechando el fuerte viento de tramontana a favor. No obstante, la soberbia actuación del meta visitante Marcos, de lo mejor que ha pasado por el Municipal de Son Marçal, impidieron como mínimo un empate para los menorquines, que hicieron méritos más que suficientes para llevarse algún botín. Y es que ayer no pudo ser. Como dijo el mismo Mori tras el partido, la Penya puso intensidad, no cometió errores pero falló delante, desacertado por ejemplo en el lanzamiento de los saques de esquina.
El partido comenzó en Ciutadella con el Formentera jugando con el fuerte viento a favor, unas condiciones climatológicas lamentables para la práctica del fútbol y para la desesperación del aficionado. De hecho, el mismo Aarón tenía problemas a la hora de poner el balón en juego o para sacar las faltas. La Penya sufría mínimamente atrás ya que el balón iba loco, pese a que el Formentera poco peligro creaba. Fue en el minuto 20 cuando un barullo casi acaba con el 1-0, con posibles manos incluidas del visitante Tena. Luego, Zurbano intentaba sorprender de lejos al gran Marcos. Pero, a los 35 minutos, Bernal silenciaba Son Marçal con el golazo olímpico que suponía el injusto 0-1 en el electrónico. Marcador y viento en contra era el panorama que le esperaba a la Penya hasta el minuto 45 ante un Formentera que perdía lesionado acto seguido a Adrian.
El paso por los vestuarios sentó bien a los menorquines, que querían aprovechar el incómodo viento a favor para sorprender al equipo de Elcacho. Zurbano intentaba emular a Bernal y a punto estaba de marcar su gol olímpico. Fue una declaración de intenciones de una Penya que se venía arriba y pisaba más área. Mori daba entrada a Rioja en sustitución del joven Ametller. Y nuevamente era Zurbano quien inquietaba a Marcos de cabeza y a bocajarro tras un balón del ‘migjorner' Sales.
El Formentera, eso sí, muy seguro y bien posicionado atrás, tenía en el paro al meta local Aarón, un espectador más toda la segunda parte. Por contra, al portero visitante se le acumulaba el trabajo en este último cuarto de hora. A diez minutos para el final intervenía en una doble y clara ocasión de la Penya sobre la línea de gol, con un balón rozando el larguero incluso. Antes ya había parado el 1-1 a Enrich, de cabeza.
Entrados en los últimos coletazos y con Aarón incluido en el remate local, la mala suerte se cebaba con los menorquines. De nuevo Enrich no lograba enganchar un balón con veneno frente a Marcos. Al final, 0-1 y demasiado castigo.
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