—Formentera, campeón de invierno. Suena bien, ¿no?
—Suena bien. Es el reflejo del trabajo y de que la mitad del camino se ha hecho bien. De momento estamos trabajando bien y el deseo es que la segunda vuelta sea parecida como mínimo. De nada sirve si después no cumples con lo que viene, que es lo importante.
—Siempre se dice que lo importante es estar ahí al final y no ahora, pero no negará que este título honorífico lo desean todos.
—Está claro que el objetivo final es, si es posible, llegar a la jornada número 38 en esta posición. Creo que todos los que competimos la deseamos. El camino te va mostrando el reflejo del trabajo realizado, si lo estás haciendo bien, etcétera. A día de hoy somos el mejor equipo. Hace falta refrendarlo en la segunda vuelta y pensar que en la pelea hay muchos equipos. La diferencia de puntos arriba es mínima. Estamos a cinco del quinto, que eso, sumando en fútbol de tres en tres, es muy poca distancia. Queda un camino difícil, pero esta primera mitad también lo ha sido y hemos trabajado bien.
—¿Se ve ahí arriba al final de la temporada?
—No lo sé. Si tuviese ese don, compraría lotería todos los días, pero no lo tengo. Mi deseo es que sí. Vamos a poner todo de nuestra parte y hablo en nombre de la plantilla, cuerpo técnico y directiva. Vamos a hacer todo lo posible para que ése sea el final. En el deporte, el trabajo no depende sólo de lo que tú hagas, sino de otros factores. También es verdad que no hemos tenido ningún bache importante como otros equipos que han tenido oleadas de buenos y malos resultados. Nosotros mostramos regularidad. Esperemos que no se produzca ningún bache.
—El campeón de invierno, no siempre, pero usualmente gana la liga.
—Sí. Normalmente he ido mirando qué equipos están arriba a mitad de liga y suelen estar al final entre los cuatro primeros, aunque puede variar alguno. Suele ser así en un alto porcentaje. Lo que pasa es que este año hay muy poca diferencia de puntos. El año pasado, el Mallorca B tenía una gran ventaja sobre el resto a estas alturas y casi lo pillamos. Nosotros no vamos distanciados. Si pierdes el domingo, te coge la Peña, el Llosetense... Me da la sensación de que, con tan poca diferencia de puntos, la clasificación sigue siendo anecdótica y hay que trabajar domingo a domingo.
—¿Cuál es la clave del éxito?
—El equilibrio. Nos pueden tildar de que no metemos muchos goles. Es cierto. También se nos puede alabar porque nos hacen pocos. Es cierto también. Las dos cosas son básicas. No hacemos muchos pero tampoco nos hacen. Hay equilibrio.
—¿Qué le dice a la gente que le pide más ofensivamente al equipo?
—La gente que dice eso no ha visto partidos del Formentera. Se habla sin vernos. Nosotros tenemos el balón casi todo el partido, pero no todos lógicamente. Llegamos, creamos ocasiones... Lo del gol es un aspecto importante, desde luego, pero no por las cifras que tenemos la gente puede pensar que ponemos el autobús atrás. Somos muy abiertos y hacemos un fútbol alegre. Los laterales tiran hacia arriba. Adri, Micaló e Imanol llegan hasta la línea de fondo cada partido y eso no lo veo en muchos otros equipos. Somos un equipo ofensivo, con Urrea, Maikel, Mourad, Winde, Noguerol... Más jugadores ofensivos no se puede alinear. Eso se nota en el campo.
—¿Le da más mérito estar líder cuando el equipo ha seguido estando en construcción al irse Manzi, Chendo y, ahora, Lander?
—Estamos en una categoría en la que eso no nos ha pasado sólo a nosotros. Les pasa a muchos equipos. No es fácil, porque hay muchas caras nuevas. Hay que trabajar mucho para que todo el mundo vaya a una y crea en lo que está haciendo, pero el perfil de jugadores que tenemos en plantilla es de 10. Después de una semana de vacaciones, estaban como motos y trabajando de manera espectacular. Veías a los dos que salieron a jugar del banquillo y decías ‘madre mía, ¿qué hacen ahí?'. Es un gran problema para el entrenador, pero enriquece mucho la plantilla. Somos pocos, pero de nivel parecido y muy profesionales. Los jugadores saben cuidarse y viven el fútbol como hay que vivirlo.
—Lander fue llegar y besar el santo. Marcó la diferencia y también goles. ¿Acusará su reciente marcha?
—Yo siempre he dicho y no me cansaré de decir que nadie es imprescindible en un equipo. Todos son necesarios pero ninguno es imprescindible. Sigo pensando eso. Se ha ido y ya no es importante para nosotros. Jorge Brazalez, que acaba de llegar, le suplirá con garantías si no lo mejora. Hay que intentar que se adapte lo más rápido posible.
—Jorge vino como refuerzo pero Lander no iba a irse. ¿Su adiós hace que busquen otro fichaje?
—Estamos en ello. Tenemos una ficha libre y la intención es utilizarla. Estamos mirando nombres, cotejando información y viendo si es económicamente viable.
—¿Ayudará Jorge a mejorar en ataque?
—En el partido vi algunos aspectos que invitan a pensar que habrá una mejoría. Una de las facetas que tenemos que mejorar, e hicimos un gol así este fin de semana, es la estrategia. No hemos hecho goles así. Todos eran de jugada. Estamos en una categoría donde tenemos que mejorar mucho a balón parado. Uno de sus cualidades es ésa. Ya se le vio en una falta lateral que remató en el segundo palo de cabeza. Vamos a pensar que hemos fichado un jugador de esas características para ayudarnos en este aspecto y a la vez trabaje para el equipo. Todos somos los que metemos goles y a todos nos los marcan.
—Óscar Troya, entrenador del Llosetense, dijo este fin de semana que el Formentera y la Peña Deportiva son los candidatos al título. ¿Lo comparte?
—No me gustan estas cosas. ¿Lo dice para quitarse presión? Esto es una carrera muy igualada. Hemos visto a todos los equipos y los he encontrado muy parecidos a nosotros, tanto que cualquier detalle puede decantar el partido hacia un lado u otro. Somos equipos muy parejos, con buenos futbolistas y muy buen trabajo detrás.
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