La plantilla del Sant Jordi juvenil posó sonriente y esperanzada este lunes antes de su entrenamiento vespertino.
El mes de noviembre fue especialmente adverso para el Sant Jordi juvenil en los albores de su cuarta temporada consecutiva como miembro de la Liga Nacional Juvenil. Tras un irreconocible ingreso en la competición –en la sexta jornada marchaba penúltimo–, tardó mucho en corregir su rumbo el colectivo verdinegro, hasta el punto de quedar descolgado en la duodécima etapa, después de perder por la mínima ante el Mallorca B, a 12 puntos del Manacor y a 14 del entonces líder, la Penya Arrabal. La enseña de los tres representantes pitiusos en la competición autonómica no acababa de arrancar y en la zona noble de Can Guerxo ya cundía la voz de alarma.
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