Los jugadores del At. Isleño abandonan el terreno de juego tras finalizar el partido.

AT. ISLEÑO: 2

PENYA CIUTADELLA: 1

El Atlético Isleño emprendió ayer rumbo al infierno de Regional. La carambola necesaria para abandonar las cinco últimas posiciones no se produjo y el equipo de Can Misses firmó ayer su sentencia de muerte a pesar de hacer los deberes contra el Penya Ciutadella, al que superó por 2-1. Los azulones precisaban de la derrota del Espanya y del Felanitx. La primera se produjo, pero la segunda, no.

El partido comenzó con una pésima noticia para los intereses locales: la lesión de Suso al cuarto de hora de juego. Su mejor hombre, el más desequilibrante, se rompió y tuvo que ser sustituido por el joven Joshua. Lo que debía haber supuesto un golpe anímico para los ibicencos acabó por espolear a un Isleño que, al minuto siguiente, se adelantó en el marcador. Puet disparó desde la frontal del área y el portero, a pesar de tocar la bola en su estirada, no pudo impedir la diana. Los visitantes reclamaron mano en el control del ariete ‘vilero’.

Llonga, que se topó con un defensor en su disparo, y Albert, que lanzó demasiado cruzado, tuvieron la oportunidad de igualar la contienda en sendas acciones en el interior del área, pero fue el conjunto de David Torres el que volvió a golpear pasada la primera media hora. Cardona se marcó una gran jugada individual por la banda izquierda, con cola de vaca incluida, y asistió a Andrés, que colocó el balón en el segundo palo con un disparo ajustado al más puro estilo Thierry Henry.

Los menorquines empujaron en la recta final con el firme objetivo de reducir distancias. Llonga, muy desacertado en la tarde de ayer, mandó a las nubes un balón suelto en el área a falta de dos minutos para el descanso. Quien sí acertó a marcar fue Raúl en la última acción después de una jugada embarullada con la que el árbitro dio por concluida la primera mitad.

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