Eusebio Noguera, ayer, en la playa de ses Salines, donde ya ha iniciado la preparación para afrontar el Marathon des Sables 2011. | Arguiñe Escandón
Eusebio Noguera repite aventura. El deportista ibicenco volverá a hacer el petate el próximo mes de abril para competir por segundo año consecutivo en el mítico Marathon des Sables, una carrera a pie, por etapas, de 240 kilómetros de distancia que transcurre por el desierto del Sáhara. En su primera participación en la carrera se clasificó en el puesto 757 de la general después de 59 horas, 29 minutos y 45 segundos después de muchos sufrimientos y penalidades. El objetivo con la que encara la próxima edición, del 1 al 11 de abril de 2011, es muy diferente. «Esta vez quiero estar, ni más ni menos, que entre los 200 primeros. Para eso voy a trabajar muy duro en los próximos meses junto a mi entrenador, Javier Bonet, para estar lo mejor preparado física y mentalmente», afirma Noguera.
Los motivos por los que ha decidido volver a afrontar este reto y afrontar de nuevo uno de los ultramaratones más duros del mundo son varios. «En primer lugar, porque tengo una deuda pendiente con respecto a la pasada edición. Este año fue muy duro y me quedé con muchas ganas de poder correr en condiciones. Sólo corrí dos días y en la última etapa, porque, entre medias, no pude hacerlo debido a las ampollas en los pies y a las fiebres. También quiero volver a competir por los organizadores, con los que mantengo una buena amistad, y por compañerismo, porque también competirá un amigo mío que es guardia civil en Valencia. Por otro lado, hay un motivo más personal que es poder dedicarle el Marathon de Sables de 2011 a Daniel Serra, que seguramente estaría en Marruecos este mes de abril disputando la carrera si no fuera por la grave enfermedad que padece», comenta.
Noguera es consciente de las dificultades y rigores del Marathon des Sables, pero declara que, pese a todo, compensa estar en la carrrera. «Si haces un suma y una resta, pones en lado positivo el compañerismo y el ambiente y, en el negativo, nada. Todo es una vivencia. La soledad en muchas etapas, el aprender diario, de tí mismo y de tu aguante... No, no hay nada negativo, porque es una gran experiencia», añade el atleta.
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