El San Rafael sigue sin reencontrarse con la victoria. El equipo azulino volvió a dar la de arena en casa, esta vez ante el Montuïri. El conjunto de Mario Ormaechea no mereció la derrota, pero tampoco hizo méritos para la victoria. El problema es que ya hasta parece no servirle de mucho impedir que el contrario cree ocasiones, porque él solito se las regala. Una falta de entendimiento entre Olmos y José Antonio, que lanzó el balón al central en su intento de despeje, dejó a Míchel completamente solo a puerta vacía en el minuto 25. Ahí murió el encuentro.
El partido fue un verdadero tostón, un duelo sin chispa, ritmo ni intensidad, de los que se suele decir que no entrarán en los anales de la historia. Eso sí, éste quizá lo haga como uno de los peores, si no el peor, de los que se han visto en Sant Rafel desde el regreso a Tercera División.
Los dos equipos ofrecieron un juego nada vistoso, sin triangulaciones ni jugadas trenzadas. Balonazo va, balonazo viene; falta por aquí, falta por allá. No había manera de ver fútbol ayer sobre el terreno de juego. Tanto los ibicencos como los mallorquines se mostraron muchísimo respeto, sabedores de que el partido era clave, como bien indicó el propio Mario Ormaechea en los días previos. Uno podía escaparse en la tabla y otro, alejarse de la zona de descenso, ésa a la que se asoma peligrosamente en estos instantes.
La tempranera ocasión de gol de Bonilla, que remató de cabeza fuera a pocos metros de la portería, no fue más que un espejismo. De hecho, sólo hubo un disparo entre los tres palos en todo el partido: el del gol. El San Rafael ni siquiera puso a prueba a Alcover. Su punto de mira, como viene siendo habitual, estaba desviado y sólo se contabilizó un conato de gol más por parte de los 'rafelers', en un cabezazo de Grimaldo a la salida de un córner en el minuto 13. El Montuïri se mostró mucho más efectivo, aunque su mérito es nulo. Míchel, pasado el ecuador de este periodo, sacó provecho del clamoroso error del dúo José Antonio-Olmos para romper el 'cerocerismo'. De ahí al descanso, nada más.
Tras la reanudación, el San Rafael se hizo más con el control del balón ante un Montuïri que supo replegar sus líneas para despejar los balones en largo de los locales.
Cambios
Las ideas de los azulinos no daban para más y Mario Ormaechea decidió hacer un cambio a la rusa en el minuto 72 con el fin de darle otro aire al tramo final. Suso, Pedro y Cucu reemplazaron a Bonilla, Javi y Adrián Ramos. Las sustituciones eran naturales, por lo que el sistema no varió ni un ápice.
Los tres recambios acariciaron las tablas. Pedro lo intentó con un disparo lejano que se marchó alto en el minuto 76. Acto seguido, Cucu cabeceó el balón al segundo palo, donde Carlos Fernández no llegó para empujarlo a la red. La réplica la dio Rojals en una jugada de fantasía, impropia de un partido como el que se estaba viendo. El 10 visitante tocó el balón de espuela, de forma similar a la de Mata con la selección nacional sub 21 ante Croacia hace una semana, y sólo la aparición oportuna de un zaguero local impidió que el marcador se ampliara.
Ormaechea recurrió al de siempre, a Buti, al que mandó al área contraria con la intención de aprovechar su altura y buen remate en los balones aéreos. No funcionó, como tampoco lo hizo la internada en solitario de Suso en el tiempo de prolongación. Dejó a tres rivales atrás y, cuando estaba en la frontal y tenía la oportunidad de disparar, perdió la pelota por querer driblar otro contrario más. Así las cosas, y sin disparos entre los tres palos, el San Rafael se estrelló consigo mismo y se asoma al abismo. La importancia del próximo duelo contra Felanitx se multiplica.
Ormaechea: «Si tenemos que bajar de categoría, pues bajamos»
«No nos han llegado ni una vez y el gol nos lo metemos nosotros. Encima nos cuesta meter goles, porque tenemos lo que tenemos. Regalamos los puntos y los partidos. El gol es de verbena». Así comenzó Mario Ormaechea, entrenador del San Rafael, su discurso, resignándose a «seguir trabajando e intentándolo». El preparador azulino comentó: «Iremos hasta dónde podamos. Si tenemos que bajar, pues bajamos. Con un empate, yo monto una fiesta aquí. Es injusta la derrota porque no nos han chutado. Nosotros tampoco mucho. Las cosas claras, pero es que estos goles sólo nos pasa a nosotros». Ormaechea recordó que «en principio bajan tres pero podrían ser hasta cinco» en función de los descensos de equipos baleares a Tercera. También destacó que «los rivales se siguen reforzando». «Este equipo tiene dos brasileños y el Alaior ha fichado a Aitor, del Sporting Mahonés», agregó el míster del conjunto 'rafeler'.
Enrí: «El San Rafael sigue siendo un gran equipo y estará arriba»
Diego Enrí, entrenador del Montuïri, cree que los tres puntos marcharon de forma justa a Mallorca: «Viendo cómo transcurrió el partido, creo que somos los justos vencedores por ocasiones de gol. Es verdad que nuestro tanto fue de fortuna, pero la actitud, el juego y la lucha del Montuïri hacen que la victoria sea justa». El técnico reconoció que el partido fue poco vistoso: «Fue físico y con defensas férreas. No es fácil aguantar tres cuartas partes del partido ganando aquí y, por eso, me quito el sombrero ante mis jugadores. Este campo y equipo son complicados. El San Rafael sigue siendo un gran equipo y estará arriba».
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