Con una moderada obsesión por afinar la puntería y romper el cerrojo rival afronta esta tarde la Peña Deportiva la sexta jornada de Liga. Después de sumar cuatro empates en cinco partidos, los pupilos de Luis Rueda buscan con ahínco desequilibrar pronto la balanza a su favor frente al Alcúdia, más aún jugando en el Municipal de Santa Eulària (17,00 horas), para no caer en la ansiedad vivida en anteriores envites.
Superior a sus oponentes por juego y calidad, la Peña quiere refrendar esas buenas sensaciones con una victoria que imparta justicia. Para ello los hombres de ataque deben perfeccionar su puntería y afinar en la definición de las numerosas oportunidades que genera el equipo a lo largo de los encuentros.
Sólo cuatro tantos suma el bloque ibicenco en 450 minutos, un bagaje que le ha impedido sumar de tres en tres y que le mantienen en una discreta décima posición con siete puntos, a seis del Constància y el Binissalem.
El Alcúdia, su rival, se ha mostrado incluso más irregular en estos primeros compases del campeonato. Dos victorias, dos derrotas y un empate convierten al cuadro de José Barceló en una incógnita para el choque de esta tarde en la Villa del Río. El técnico pierde a un pilar fundamental en su esquema como es Vicent Reynés, expulsado en el último encuentro, y apostará por un esquema conservador para frenar las embestidas locales.
«Si estamos en la línea de partido como ante el Arenal y el Campos, algún día tendremos que ganar. Siempre estamos más cerca de ello que de perder; es muy difícil doblegarnos. Los chavales están trabajando muy bien para conseguir la victoria», declaró ayer Luis Rueda.
Un serio problema
Pero el asturiano tiene otro serio problema con el que lidiar; las lesiones musculares de buena parte de su plantilla a consecuencia del mal estado del terreno de juego. Cerca de una decena de futbolistas acusan sobrecargas en cuádriceps o isquiotibiales porque el césped artificial del Municipal no sólo está obsoleto y erosionado, sino que se asienta sobre una superficie de cemento que resulta criminal para las articulaciones y los músculos de los jugadores. El técnico preparó una última sesión vespertina ayer, a la misma hora del encuentro, con el objetivo de que el equipo se aclimate a las condiciones y para comprobar, además, la evolución de futbolistas como Miguel Àngel Bazán y Osky quienes, entre otros, arrastran molestias físicas.
Lejos de buscar excusas, la Peña afronta el encuentro con ambición y confianza para tratar de cosechar su segunda victoria liguera y romper una estadística difícil de digerir.
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