Raúl Gómez forcejea con su rival en la pugna por un balón durante el partido de ayer. | Marco Torres
La Peña Deportiva se aferró ayer a la Liga en los 10 últimos minutos de partido frente al Binissalem. El bloque de Luis Rueda sacó el carácter y la determinación que ha venido enterrando en las últimas semanas para empatar un encuentro (2-2) que tenía perdido a los 15 minutos de su inicio (0-2). Con este empate, la Peña mantiene la distancia de tres puntos sobre el Atlètic Balears, que pinchó (2-2) en su visita a Alcùdia, si bien se encuentra un poco más cerca del título de liga pues sólo restan seis puntos en juego. Los goles del canterano Vicent Ferrer en la recta final del choque sirven para apurar las opciones por el título y, sobre todo, para reforzar la moral de cara a citas posteriores.
Pero el empate 'in extremis' también trajo consecuencias negativas. Fofi tuvo que retirarse a falta de tres minutos para el pitido final, dejando a su equipo con 10. El lateral andaluz podría sufrir un esguince de rodilla y ser baja varias semanas. Además, Jonathan Neftalí perdió los nervios en la zona de vestuarios y recibió la roja directa, como el delegado Pepe Maci. Tampoco podrán jugar el derbi con el San Rafael Carlos López y Manolo Aparicio por acumulación de amarillas, mientras que Nacho del Moral y Berto son duda por distintos motivos.
Pésimo inicio de partido
El Binissalem se adelantó en el marcador de forma prematura, aprovechando, en un saque de esquina, una inusual falta de concentración e intensidad de la defensa peñista. Chus se elevó para cabecear a la red el 0-1 cuando apenas se llevaban dos minutos de encuentro. Un gol que rompía la racha de Carlos Moro, quien sumaba 11 partidos sin encajar un solo gol.
Con el equipo de Santa Eulària despegándose aún las sábanas del cuerpo llegó el segundo del cuadro mallorquín. Y menudo gol. Toni Oliver botó con firmeza una falta desde la frontal del área que golpeó con violencia la base de la escuadra para colarse junto al lateral de la red (min. 13).
El mazazo dejó grogui al equipo de Luis Rueda. Sin Del Moral, Osky ni Raúl Salas apenas se hallaban medios para profundizar la nutrida defensa del Binissalem. A los 17 minutos, Carlos López erró estrepitosamente un cabezazo franco a escasos metros de la línea de gol y, desde ese momento, el conjunto local se apoderó del balón. La posesión no se tradujo en ocasiones de gol y Rueda, desde la banda, entendió que lo mejor era buscar revulsivos.
Acoso y derribo
La entrada de Raúl Salas y de Osky fue la 'droga' que necesitaba la Peña para salir del bloqueo mental en el que se hallaba. Los de la Villa del Río ya tenían el cuero en su poder, pero necesitaban mordiente en ataque. El 4-3-3 que pintó entonces Rueda sobre el césped acongojó a su rival. La Peña explotó las bandas y gozó de innumerables opciones a balón parado. Todas ellas robaban un ¡uy! a la grada, pero sólo eso. El acoso y derribo no se materializaba en gol y eso comenzaba a pesar en las piernas y la esperanza de los blancos.
Pero entonces apareció Vicent. Por fin bajó de la nube el canterano para dar lo mejor de sí. Primero con un toque sutil desde la frontal para que Montse hiciera la estatua (min. 80). El 1-2 aportó ilusión y emoción al partido. Y a la Liga. Osky, poco después, gozó de una doble ocasión para empatar, pero fue de nuevo Vicent quien, tras aprovechar un magistral servicio del asturiano, cruzó el cuero para batir por bajo al meta (2-2). Lección de honor.
«Si hubiéramos estado más acertados nos llevamos el partido»
Para Luis Rueda su equipo hizo un trabajo de «diez». «En el cómputo global, si alguien mereció ganar somos nosotros. No entramos en el partido de la mejor manera posible, que es algo a reprochar, y no levantar la cabeza tras el primer gol. Luego lo superamos de cabo a rabo ante un muy buen equipo. Le tengo que dar un diez al equipo porque sacamos casta y garra, aunque no tenemos mucho carácter. Hicimos méritos suficientes en una segunda mitad en la que superamos al rival», explicó tras el encuentro. El técnico de la Peña reconoció que «si hubiéramos estado más acertados nos llevamos el partido». sobre los cambios explicó que «teníamos que tomar riesgos, pero el empate tiene un sabor agridulce porque es malo para las aspiraciones». Sobre la expulsión de Neftalí resumió que los jugadores «están hasta las 'pelotas' de lo que está ocurriendo».
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