Con la soga al cuello

El Palacio de Congresos visita hoy al Hondarribia con la soga al cuello y a falta sólo de un pequeño empujón para desnucarse definitivamente. Una derrota esta tarde ya sería terminal y mandaría al conjunto ibicenco al 'infierno' de Liga Femenina 2, aunque la victoria tampoco asegura nada y únicamente retrasaría lo que parece inevitable. El descenso, en caso de confirmarse, llegaría sólo 370 días después de firmar la que es la mayor gesta del club tras alcanzar la final de la Copa de la Reina del año 2009 en Salamanca.
La espiral de resultados negativos y el carrusel de cambios en el banquillo y la plantilla pueden desembocar hoy en un resultado impensable a principios de campaña, en el que se podía esperar algún sufrimiento por el recorte presupuestario pero nunca llegar a una situación tan agónica. «La temporada nos ha llevado a esta situación, en la que la derrota supone unas consecuencias nefastas para el equipo. Sin embargo, tenemos la confianza y la esperanza de lograr un resultado positivo en el que, sin duda, es el partido más importante de todo el año. Todavía hay tiempo de reconducir la situación», afirmó ayer Àlex Pérez, poco antes de coger el vuelo que trasladó a su equipo a Irún, en el que puede ser el último viaje como equipo de Liga Femenina.
Enfrente tendrá a un rival que también se juega gran parte de sus opciones de permanencia y que llegará crecido después de ganar la pasada semana en la prórroga al CB Olesa, un resultado que cortaba una racha negativa de ocho derrotas consecutivas. «La pena es la victoria que obtuvieron en la pista del Olesa y que hace que lleguen a este partido un poco menos presionados. No obstante, también se juegan mucho en este encuentro y tenemos que aprovechar la angustia que puedan tener para seguir vivos nosotros. De todas formas, el Hondarribia, al igual que nosotros, es un club que por plantilla y tradición no se merece estar tan abajo», añadió Pérez.