Jordi Pascuet Mas hizo buenos todos los pronósticos y se dio un auténtico paseo en la primera jornada del Dos Dies de Trial Illa d'Eivissa, que contó con 105 inscritos. El catalán sólo fue penalizado con dos puntos en el nivel negro, 22 menos que Marcel Justribó, su más inmediato perseguidor en la tabla clasificatoria.

Los pilotos empezaron a salir a las 9,00 horas con un tiempo límite de siete horas y media para realizar todo el recorrido, formado por 30 kilómetros y 25 zonas. La prueba empezó con dos zonas de roca al lado del mar, en Cap Negret, con mucha adherencia. Esto permitía a los pilotos afrontar grandes desniveles y cortados sin demasiada dificultad.

Después se dirigieron hacia el torrente de Cala Salada, donde había cuatro zonas de grandes rocas y tierra, lo que obligaba a los pilotos a esforzarse para poder conseguir una buena adherencia y afrontar las grandes rocas de las zonas. Acto seguido se llegaba a las tres zonas de Santa Inés, en sa Penya Esbarrada. Dos de ellas estaban en su totalidad formadas por grandes rocas, mientras que la tercera era de tierra y piedras.

Posteriormente, los pilotos se dirigieron hacia la pedrera de Cala Salada, donde de nuevo se encontraron con rocas al lado del mar y una adherencia impresionante. Así pues, de nuevo hubo una serie de escalones y cortados que, a primera vista, parecían casi imposibles de afrontar, pero que al final la mayoría de los pilotos superaron sin demasiadas dificultades.

Bajando por el camino de ses Fontanelles hacia Cala Salada llegó la hora de las zonas 12, 13 y 14, una mezcla entre tierra y rocas, cambiando totalmente el terreno anterior y con una adherencia mucho menor. Para finalizar el recorrido de la mañana, los pilotos accedieron a Cala Salada, donde había dos zonas de tierra y piedras. Una de ellas se completó antes del control horario y otra, después.

Después del control horario, los trialeros afrontaron un tramo de recorrido por montaña un tanto duro, que hizo que los pilotos llegasen a las zonas del Torrente de Can Frare algo cansados. Entonces fue la hora de completar siete zonas, en su mayoría de tierra y algunas rocas con muy poca adherencia, lo que propició que más de un piloto se apuntase algún fiasco por cualquier mínimo descuido. Para terminar el día, el paseo de Sant Antoni disfrutó de dos zonas indoor de piedras, que no eran demasiado difíciles, pero sí muy técnicas y espectaculares.

Después de este primer día, del que la organización se mostró muy satisfecha, Marcel Justribó y Jordi Pascuet realizaron una exhibición en Passeig de ses Fonts, dejando boquiabiertos al medio millar de personas que se acercaron a presenciar el show. El campeonato terminará hoy con la segunda y última jornada.