El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, se mostró contento y satisfecho por haber conseguido la victoria en el clásico por la mínima, y aseguró que la clave de la victoria fue «no decaer» tras perder a Busquets por expulsión y, seguramente, también en alusión a las dificultades de la primera parte del encuentro.

Y es que en los primeros 45 minutos, jugaron a un ritmo donde no cree que estuvieran «del todo finos». «Nos cogían entre líneas, y no estábamos preparados. Con Cristiano Ronaldo, Kaká e Higuaín jugando al espacio son peligrosos. Hemos acabado bien la primera parte y hemos salido muy bien en la segunda. No sé qué hubiera pasado de seguir con 11», proclamó.

Guardiola comentó también cierto detalles de su estrategia, como seguir con la misma filosofía de juego tras la expulsión de Busquets, y explicó que prefirió que Messi e Ibrahimovic no se juntaran en el centro del ataque para tener a Ramos pendiente de Messi. También por ello puso a Iniesta en el centro. «Puse a Andrés dentro porque si te dedicas a defender no hay opción», aseveró.

Pese a la victoria y a haber recuperado el liderato, no le da más importancia que la moral. «Ahora estamos arriba. Es cierto que estar 4 abajo sería complicado, pero queda mucho. Hemos recuperado el espíritu del año pasado ante un equipo que le gusta tener la pelota y dominar», celebró. «La sensación en la segunda parte hasta la expulsión de Busquets fue muy buena. Tiene mucho mérito contra un equipo como el Madrid», apuntó.

En cuanto a Ibrahimovic, autor del gol de la victoria tras salir en el descanso, explicó que no estaba para jugar el partido entero y que no quiso arriesgar como lo hizo con Messi. «10 días no es un tiempo muy cómodo», apuntó en referencia al tiempo de recuperación. «Prefería tenerlo un poco que no desde el inicio. Siempre te da otras cosas. No he tenido claro que estuviera bien muscularmente», señaló.

El entrenador del Real Madrid, el chileno Manuel Pellegrini, se quejó del resultado con el que acabó el clásico (1-0), pues a su entender el empate hubiese hecho justicia a lo que se vio en el choque entre ambos equipos.

Para Pellegrini, el marcador «no se corresponde a lo que se vio en el partido», y lamentó que su equipo no aprovechase las dos ocasiones de gol de que dispuso en el primer tiempo (Marcelo y Cristiano). «Podríamos haber desequilibrado en la primera parte», insistió el entrenador suramericano, que dijo que no se marcha contento del Camp Nou. «El resultado no es el que queríamos», dijo.

Pellegrini aplaudió que su equipo tuviese tanto el balón como el Barcelona, lo que cree que fue clave y que a la vez sorprendió a los barcelonistas. «Ellos se encontraron con un marcador que no que se esperaban. Creían que iban a golear y controlar el balón, pero se toparon con un rival que les plantó cara», dijo el entrenador.

Acerca de la sustitución de Cristiano Ronaldo, Pellegrini argumentó que el portugués «no estaba para jugar 60 minutos. Hubiese sido una imprudencia que jugase más minutos». Del último tramo del partido, Pellegrini no cree que su equipo sufriese un bajón físico, pero deseó que el Madrid hubiese elaborado más las jugadas y hubiese optado por lanzar menos balones largos.