Rubén J. Palomo SANTA EULÀRIA

La Peña Deportiva se dio ayer un auténtico festín de goles -como lo harían a continuación los más de 250 comensales con el tradicional arròs de matances- a costa de un desahuciado Atlètic Ciutadella que demostró con hechos su actual estatus de colista de la categoría. El bloque de Santa Eulària, por contra, se encarama al liderato gracias a su quinta victoria consecutiva y a tener mejor golaverage que el Atlético Balears.

El partido fue malo en sí. En parte por el desapacible viento que deslució el primer tiempo, en parte por el parapeto defensivo con que llegó el plantel menorquín a la Villa del Río.

Sea como fuere, la Peña no tardó ni un minuto en marcar su territorio. Una jugada de tiralíneas entre Vicent, Raúl Salas y Carlos López acabó con el tanto de éste tras un milimétrico pase de la muerte de la hormigonera -cariñoso apelativo con el que se conoce en el club al 9 de Valencia. El ex del Sangonera se reivindicó ayer con un partido soberbio. Dio el primer tanto, provocó el penalti que originó el segundo y recuperó un balón en ataque que acabó con el 3-0.

El bloque de Luis Rueda, en el que no tuvo cabida el impulsivo Youssouf, pasó a dominar el cuero y a tratar de quebrar el cerrojo menorquín, cuestión que no resultó nada compleja con el paso de los minutos.

Las aproximaciones al área de Dani eras constantes, si bien el juego de la Peña carecía de precisión y velocidad. A los 24 minutos, Vicent pudo hacer el segundo tras un saque de esquina que remachó flojo en el segundo palo. Poco después Iván Torres, afianzado en el doble pivote, probó fortuna con un potente derechazo que se marchó elevado. El acoso local se prolongó con un córner botado a la perfección por Nacho del Moral que se paseó por el área pequeña sin hallar rematador (min. 31).

Más por inercia que por superioridad técnica, el equipo de Rueda merodeaba el segundo. En una jugada de ataque por el costado izquierdo el balón llegó a las botas de Raúl Salas dentro del área. El valenciano trató de girarse para superar a su último rival y recibió una clara zancadilla que vio el colegiado ibicenco Jaume Bardají. Torres fue el encargado de ejecutar el lanzamiento y dejar casi sentenciado el choque (min. 36).

La Peña había necesitado muy poquito en la primera mitad para matar a su oponente, situación que se hizo extensible al segundo período, donde volvió a repetirse el guión capítulo por capítulo.

A los dos minutos de la reanudación Raúl Salas interceptó un balón en ataque que cedió a Carlos López en profundidad. El catalán sirvió al segundo palo desde la línea de fondo y Del Moral, con un cabezazo tan picado como irregular introdujo el balón junto al palo contrario (min. 47).

El cuadro de Santa Eulària estaba actuando como un equipo grande, condición que lleva implícita sobre el papel. Ofreció máxima rentabilidad ante una evidente falta de chispa debida también -como apuntó Luis Rueda tras el encuentro- a una semana de carga física intensa en los entrenamientos del equipo.

La Peña aminoró la marcha y se dejó llevar. Tanto que el Ciutadella logró por fin disparar entre los tres palos en una falta botada por Iván que despejó con los puños el guardameta asturiano Moro (min. 70).

Con el partido finiquitado, Carlos López aprovechó la placided del tramo final del encuentro para aumentar su registro goleador gracias a un penalti cometido por Gasparini al interceptar con el brazo un lanzamiento del pichichi de la Peña (min. 76). López, que regresaba ayer al once inicial tras su lesión en el cuádriceps, anotó su octavo tanto en liga y rubricó un resultado contundente para asaltar el primer puesto de la tabla.