EIVISSA BÀSQUET 74

VALENCIA BC 60

EIVISSA BÀSQUET (14+17+21+22): Vázquez (7), Díaz (3), Rosa (9), Pascual (8) y Kelly (12) -cinco inicial-. También jugaron Moral (0), De la Osa (4), Guardiola (2), Serra (9), Sumskis (16) y Tettamenti (4).

VALENCIA BC (12+15+19+14): Navarro (10), Piquer (5), Sharabidze (2), Aguilar (9) y Àlvarez (19) -cinco inicial-. También jugaron Blanco (0), Arnau (8), Campi (4) y Oran (3).

Àrbitros: Hermida y Armendáriz. Sin eliminados.

Incidencias: Pabellón de Es Pratet, unos 150 espectadores.

Rubén J. Palomo

El Eivissa Bàsquet consiguió ayer un triunfo de vital importancia ante un rival directo por la permanencia como es el filial del Valencia BC, «una de las mejores canteras de España», como apuntó tras el encuentro el técnico del bloque ibicenco, Alberto Ruiz. El triunfo llegó a base de casta y de persistencia. Los jugadores canteranos platearon un partido de toma y daca pero su teórica superior calidad individual y fortaleza física quedó sobrepasada ampliamente por la veteranía y el trabajo colectivo del Eivissa Bàsquet.

El encuentro, sobre todo en la primera mitad, careció de brillantez y transcurrió entre el sopor y los continuos errores en el lanzamiento. Ambos equipos habían saltado a la pista sin demasiado tino y con una precipitación desmesurada en la finalización y el pase.

En el primer cuarto el protagonista fue Jorge Rosa, autor de 6 puntos en apenas tres minutos, lo que hizo situarse por primera vez -y hasta el pitido final- al plantel colegial por delante en el marcador (6-2). Los triples de Àlvarez y Aguilar aproximaron a los valencianistas, que acabaron el cuarto con 14-12 en contra.

En la reanudación ambos equipos se mantuvieron fieles a un guión de malos porcentajes de acierto y embarulladas posesiones. El pívot lituano Marius Sumskis arrojó luz al partido con 7 puntos consecutivos, los tres últimos desde la línea de tres, que catapultaron la diferencia colegial a los 7 puntos en el ecuador del periodo (21-14). Los jugadores calentaron sus muñecas y en los cinco minutos restantes se registraron hasta cuatro triples, dos por cada equipo, lo que hizo llegar al descanso con un marcador de 31-27 favorable a los de Sa Graduada.

Notable mejoría

El asueto sirvió como carburante para los jugadores locales. Y fue el cuarto de Urit Kelly. El bahameño apareció para romper el partido y, junto a sus compañeros, llevaron la diferencia hasta los diez puntos, la máxima diferencia del encuentro (44-34, min. 25). Pascual remachó sobre la bocina un gran tercer periodo para establecer un resultado de 52-46 con el que se llegaba al acto decisivo.

En los diez últimos minutos no hubo color. Sumskis seguía sumando puntos y rebotes -acabó con 16-9 y 22 puntos de valoración)- y el Valencia BC bajó los brazos. El trabajo colectivo del Sa Graduada dio sus frutos y con un tapón sobrenatural de Kelly a falta de tres minutos tras establecer la máxima ventaja del partido, 66-50, se dio por finiquitado el partido.

Al término del partido todo era felicidad en el banquillo del Sa Graduada. «Esta victoria nos da tranquilidad porque ya no es el primer triunfo y te habituas a ganar. Sabemos cuál es el camino y hay que seguir en esta línea», explica Alberto Ruiz. El técnico reconoció que «la clave ha sido el trabajo defensivo. Nuestros rivales se manejan en 60 puntos y eso nos hace más fácil ganar». Sobre sus pupilos, Ruiz manifestó que «todos han aportado» y en cuanto al futuro, el entrenador explica que «hay que ir partido a partido pensando en ganar».