La Federación de Fútbol de las Illes Balears dejó ayer muy clara su postura respecto al 'caso Tortosa'. La UD Ibiza no recibirá nuevas sanciones federativas por incumplir reiteradamente los plazos para abonar la deuda de 24.200 euros que mantiene con el ex entrenador del Ibiza B Sergio Tortosa y el preparador físico Daniel Ferrer. El club, como se estableció en la primera sanción impuesta por el Comité Jurisdiccional en el mes de septiembre -antes de que fuera prorrogado el plazo por un mes-, no podrá firmar futbolistas ni tramitar fichas federativas hasta que no salde la totalidad de la deuda, ya sea en efectivo o a través de pagarés autorizados por los técnicos afectados.
El Ibiza ya ha realizado un primer ingreso en la cuenta de la Federación Balear por valor de 4.000 euros, cantidad insuficiente para que el Comité levante la sanción.
«No hay previstas más reuniones. Hay un talón impagado y Jurisdicción dictó que el Ibiza no pueda tramitar licencias en ninguna categoría hasta que pague», explicó ayer a esta redacción Manuel Bosch, secretario general de la Federación de Fútbol de las Illes Balears.
Cronología
A mediados del mes de septiembre se llevó a cabo una reunión entre el Colegio de Entrenadores y varios directivos del Ibiza, junto a Tolo Darder, para alcanzar un acuerdo con la Federación. Se concedió un plazo de 30 días para abonar la cantidad. «Ese plazo venció el 18 de octubre. Se fue a la oficina de Sa Nostra en la calle Isidor Macabich, a cobrar, y el Ibiza había cancelado la cuenta. El impagado de ese pagaré hizo retornar el asunto a Jurisdicción, que dictó no tramitar fichas del club hasta que éste pague», puntualiza Bosch.
En un punto sin retorno, pero también sin mayores consecuencias, se halla el último y controvertido asunto entre el club y los ex preparadores del filial. Aparacado hasta nuevo aviso, aunque, según advierte el secretario federativo, «no podrán participar la próxima temporada si no pagan lo que deben a lo largo de esta». «No hay más sanciones ni plazos que valgan. Desde la Federación no podemos hacer nada más de lo que dice el reglamento, porque sólo baja de categoría el club que no paga a sus jugadores», insiste Manuel Bosch.
«La UD Ibiza es un club amateur y sus jugadores no pueden cobrar, al menos «reglamentariamente», apuntan desde la Balear. «Si lo hacen, será con contratos privados o bajo mano», añade el secretario.
Ante el posible agravio comparativo que sufran otros clubes de Regional, Manuel Bosch explica que «esto ha sido alargar la muerte un mes». «Por hacer un favor por parte de todos, un acto de buena fe y conceder un mes de plazo, pasan estas cosas. Si no lo hubieran concedido, el club no tendría los jugadores que ha fichado durante esos 30 días. Yo creo en la palabra de las personas hasta que demuestran lo contrario y esto es de mala fe», indica el secretario de la FFIB.
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