Asier Fernández se hizo cargo de la Escuela Municipal de Vela de Formentera en 2002, cuando gobernaba la COP en la legislatura 1999-2003. Como afirma el propio Asier, cogió la Escuela por un período de tres meses, plazo en el que se comprometió a presentar un planteamiento de qué se tenía que hacer de cara al futuro; lo que sucede es que la condición que le impuso el concejal de Deportes, Felip Portas, era que si cuando terminaba el plazo acordado no había encontrado un sustituto seguiría en la escuela. Al cabo de un año no había encontrado a nadie? y así hasta ahora.
«Para mí que soy isleño, este es un sitio maravilloso, y si además eres tranquilo, esto es el paraíso, pero cuando propones a alguien capacitado para llevar adelante este trabajo en la península encuentras los candidatos que quieras, pero para venir a Formentera, no» afirma Fernández, que recuerda que cuando llegó el material con el que se encontró era mínimo, seis Optimist y un galeón, la escuela era poco menos que un barracón y carecía de personal. «Llamé a Cala Nova, al centro de tecnificación dependiente del Govern Balear y pregunté qué iban a hacer con todo el material que tenían arrinconado y que había visto cuando trabajaba ahí; al saber que lo iban a tirar me lo traje a Formentera».
Mucho no servía para nada pero otras embarcaciones pudieron ser arregladas y así Formentera tuvo más optimistas y sus primeros catamaranes y láser porque «con algo teníamos que empezar» cuenta Fernández.
Poco después un amigo le informó que estaban tirando tablas de windsurf en el hotel Riu la Mola y para allá fue. «Lo que nadie quería a mí ya me iba bien porque no había otra manera de tener material».
Crecimiento
Con el tiempo los presupuestos fueron creciendo, se cambió la sede de la escuela, llegó material de primer nivel, que hay que mantener, y asimismo se fue incorporando personal, «ahora en verano somos 15 monitores y en invierno 4 fijos y otros 3 de refuerzo a finales y principios de temporada. Muchos desconocen lo que cuestan las nóminas, el alquiler del solar, los seguros, el mantenimiento y otros aspectos».
Sin embargo, los formenterenses no pagan en invierno. «Considero que es como si usaran una piscina municipal al aire libre y si vienen a navegar es porque quieren practicar y tiene su mérito cuando en la orilla el agua, en febrero, llega a estar a seis grados, y hay que premiarlos por su esfuerzo», explica Fernández.
Entrenamientos
Los regatistas entrenan alrededor de 15 horas semanales de miércoles a domingo, con doble sesión en fin de semana, y los mayores pasarán a trabajar 20 horas a la semana.
La participación en competiciones internacionales ha sido posible con las ayudas del Govern Balear, unas ayudas de 60.000? que incluyen el equipo de tecnificación, profesionales como un fisioterapeuta y un psicólogo deportivo, y material. Pero estas subvenciones no han comenzado a llegar hasta hace poco; cada año Fernández las solicitaba pero se las echaban atrás. El diputado Mayans intervino pero su solicitud también fue rechazada aunque dos semanas después, el mismo dossier, en manos del presidente del Consell, Jaume Ferrer, surtió su efecto.
El futuro del windsurf en Formentera es alentador por lo que ya existe, pero un poco frustrante porque habrá un hueco en el relevo generacional ya que según Fernández, entre 2005 y 2007 hubo una responsable municipal de deportes que supuso un lastre, en lo económico porque «donde tenía que poner una firma para que cobráramos ayudas del Govern no la puso jamás» y porque con sus actuaciones consiguió que «ahora tengamos una laguna en jóvenes windsurfistas. Sí hay más jóvenes, pero esa concejala consiguió que nos quedáramos sin cantera dos años».
Pese al enorme trabajo de los windsurfistas de Formentera en competiciones nacionales e internacionales, la posibilidad de que alguno de ellos esté en Londres 2012 es prácticamente nula. «Tendrán, como ya los tienen, oros y podios en los mundiales, europeos y nacionales, pero a las olimpiadas sólo va un regatista por país y hoy por hoy -asegura Asier Fernández-, tanto en categoría masculina como en femenina las plazas de España parecen claras. Quizás no habrá ningún formenterés en Londres, pero a quien vaya se lo habrán puesto muy difícil los de aquí».
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