Rubén J. Palomo SANTA EULÀRIA

La Peña Deportiva fue ayer un auténtico ciclón de buen juego y oportunidades ante el Mercadal en el que fue, sin duda, el mejor partido del equipo de Luis Rueda en lo que va de temporada.

La maquinaria está a punto para funcionar al máximo rendimiento y en las últimas jornadas ya se ha podido disfrutar de pinceladas de buen fútbol y goles con firma propia. El bloque de Santa Eulària acumula cuatro partidos consecutivos sin conocer la derrota, suma tres victorias seguidas y ya se encuentra en la zona de play off, a sólo dos puntos del binomio San Rafael-Atlético Balears.

El delantero Carlos López se volvió a reivindicar ayer como un auténtico artillero y como el líder ofensivo del equipo ibicenco. Un hombre letal, veloz y dotado de una brillante calidad técnica para definir que adolece, sin embargo, de regularidad y sentido colectivo para alcanzar superiores categorías. En Tercera va sobrado, y eso se nota sobretodo ante equipos frágiles en la retaguardia, que defienden con las líneas adelantadas buscando el fuera de juego.

El '10' de la Peña fue el gran protagonista, con dos goles de altísima escuela, de una primera mitad brillante en la que el plantel peñista en su conjunto exhibió un juego ofensivo atractivo y vertical que dejó sin argumentos al Mercadal. Las bandas, en propiedad de Osky y Del Moral, fueron explotadas al máximo; el centro del campo tuvo criterio, buen trato de balón y mejor visión de juego, y la dupla atacante se compenetró como nunca. La defensa apenas pasó apuros, salvo en el minuto 8 con un error garrafal de Neftalí que no supieron aprovechar Alberto primero, y Berto, después. En la salida de balón también estuvo especialmente acertada la zaga peñista, y todos esos mimbres hicieron muy interesante la primera mitad del partido.

En el minuto 24 llegó el primero de la tarde. Fofi sirvió de nuevo un balón a la espalda de la defensa. Carlos López pinchó el cuero en el aire y sin dejarlo caer envió con sutileza por encima del guardameta para establecer el 1-0. Ya se había abierto la lata. La Peña había hecho lo más difícil y, por lo visto sobre el campo, el saco de goles no debía hacerse esperar.

Pasada la media hora de juego Nacho del Moral vio un hueco entre la zaga por el que asomaba el de siempre. Carlos emprendió la carrera y antes de chocar con Marc tocó sutilmente el balón haciéndose un auto pase que, simplemente, acabó en gol. El encontronazo dejó debilitado el muslo del goleador que finalmente sería sustituido por este motivo en el minuto 62.

La Peña había logrado dos tantos de bella factura que pudieron repetirse en numerosas ocasiones. Balones al espacio que siempre recogía el catalán gracias a su velocidad pero que, por h o por b, acababan disipándose.

Relajación y Del Moral

El entretenimiento perduró hasta el descanso, tras el cual vino el exceso de confianza y la relajación. Dos factores ya vistos en pasados encuentros.

La Peña aminoró el ritmo y se dejó dominar por un Mercadal aparentemente inofensivo. En una falta lateral el bloque menorquín recortó diferencias a través de un penalti tonto de Raúl Salas. Marcos estableció el 2-1 con el que aparecieron ciertas dudas. Los cambios introducidos por Rueda -Vicent, Raúl y Gavilán- no fueron esta vez el revulsivo.

Nacho del Moral pretendía ese papel. En el minuto 77 agarró un balón en el costado derecho. A través de velocidad y desborde se deshizo de varios rivales y ya en la frontal, centrado de cara a gol, batió por bajo a Marc poniendo el 3-1 definitivo.

El medio centro Iván Torres reconoció tras la victoria que «llevamos dos partidos consecutivos haciendo una muy buena primera parte y es el camino a seguir». También matizó que es «difícil hacer 90 minutos así, pero lo más importante es la victoria que nos sitúa arriba y ahora toca sacar puntos fuera y mantenernos en cabeza». Sobre el partido, el ex jugador del Teruel lamentó que «con el 2-0 no estaba el partido terminado, un gol les metía dentro y así ha sido», y aunque el equipo tuvo «minutos de desconcierto», «gracias al fútbol combinativo llegó el tercero de Nacho». Sobre su sitio en la plantilla, Torres apuntó que «mi función es entrenar, me costó coger la forma pero quiero ponérselo difícil al míster».

El extremo asturiano Osky señaló en rueda de prensa que fue «muy importante la victoria», sobretodo por lograrse «en casa» y que sirve para «seguir en el grupo de cabeza». El futbolista actuó ayer en banda izquierda pese a ser diestro, aunque asegura «no me importa jugar en banda cambiada, estoy acostumbrado y no tengo problema». Sobre las contínuas indicaciones de Luis Rueda durante el choque, Osky recordó que «he pasado varios años con él, tiene bastante confianza conmigo y en los partidos me mete caña, pero no pasa nada». Por último, el '7' añadió que «nos había costado hacer un juego así, pero según pasan las jornadas nos compenetramos mejor y se nota en las primeras partes, que salimos muy enchufados».

Luis Rueda se mostró feliz y orgullosos del trabajo de sus pupilos ante el Mercadal. «Vamos cogiendo un buen ritmo en la ejecución de juego con el balón. Hemos hecho casi todo bien para conseguir un resultado más abultado. En la primera parte he disfrutado mucho como espectador», explicó el técnico asturiano tras el encuentro. Sobre el fútbol desplegado por su equipo, el preparador afirmó que «nos hemos planteado el objetivo no sólo de ganar, sino de jugar bien, tocar el balón por el suelo; no ganar por ganar», y que su meta es «hacer un fútbol atractivo». En cuanto a la relajación tras el descanso, Rueda explicó que «si hubiéramos tenido más acierto podríamos haber sentenciado. Nos hemos agobiado tras el penalti pero estoy muy contento por el partido pero contrariado porque debemos tener más acierto». Luis Rueda piensa que su plantel tiene que «mejorar en todos los aspectos. Ajustar movimientos ofensivos o las transiciones defensa-ataque», en otros puntos.

Yeray Rodríguez fue claro tras la derrota. Quizá por el 'baile' recibido en Santa Eulària el técnico del Mercadal se justificó afirmando que la Peña «puede ser el mejor equipo de la categoría». «Es un equipo casi profesional, se nota en la diferencia de ritmo, incluso en la salida de balón. Eso es gracias al buen hacer del míster y a que tiene un muy buen equipo. Tiene que subir sí o sí, si no sería un fracaso», subrayó. Sobre la segunda mitad y el 2-1, Yeray agregó que «hemos plantado cara, ellos han empezado a dudar y a bajar el ritmo. También por el desgaste de la primera mitad y los cambios del entrenador».