Tropiezo para empezar

El bajón del equipo local en la segunda mitad, desaprovechando una ventaja que llegó a ser de 12 puntos (34-22, min. 16), y la defensa en zona de las viguesas en el último cuarto, permitieron al equipo que dirige Miguel Méndez llevarse los primeros puntos del pabellón de Santa Eulària, en lo que es una de las principales sorpresas de la jornada inaugural de la Liga Femenina.

Y eso que el conjunto ibicenco empezó muy bien, con mucha intensidad y gran fluidez en su juego. El Celta tenía más centímetros y poder en el juego interior, sobre todo con la lituana Egle Stakneviciene y la croata Iva Sliskovic, pero no podía contrarrestar la velocidad de las locales, que poco a poco empezaban a marcar el ritmo. Un triple de Shannon Jackson puso el 20-15 para cerrar el primer cuarto.

En el segundo periodo el Palacio de Congresos de Ibiza parecía capaz de romper definitivamente el partido. Abiola Wabara colocó una máxima diferencia en el marcador de doce puntos (34-26) y el equipo se fue al descanso con una ventaja de 41-32 que no hacía presagiar el cambio que iba a dar el partido en la segunda mitad.

Sin embargo, tras la reanudación, los equipos intercambiaron los papeles. El conjunto ibicenco empezó a flaquear y el Celta se fue hacia arriba. Con un parcial de 16-23, el equipo visitante se colocó a sólo dos puntos de su rival al final del tercer cuarto (57-55) ante el desconcierto de las locales. En el minuto 32 llegó una de las acciones determinantes del encuentro. Pilar Valero logró adelantar a su equipo en el minuto 32 (59-60), en una jugada que también significó la quinta personal de la pívot italo-nigeriana Abiola Wabara tras un lío con la mesa, que no contabilizaba en el electrónico las faltas de las jugadoras lo que provocó más de una confusión. Con la baja de Wabara el equipo de Jenaro Díaz perdía aún más capacidad intimidatoria bajo el aro en beneficio del equipo celeste.

Valero y Stakneviciene

Con unos minutos de gran acierto de Pilar Valero, que anotó sus 9 puntos en el último cuarto, y con Stakneviciene en plan figura -finalizó con 22 puntos, 7 rebotes y 27 de valoración- el Celta acabó llevándose el gato al agua en los últimos minutos ante un rival al que se le atragantó la defensa en zona y no fue capaz de reaccionar. Al final, 74-79 y los primeros puntos que se marchan hacia Vigo ante la decepción de la parroquia local. El Palacio de Congresos todavía tiene mucho que mejorar.