La crisis económica no respeta ni siquiera aniversarios. La Pujada a sa Cala, que se disputa los días 17 y 18 de octubre y se encuentra a un mes vista, cumple 25 años y la intención era celebrarlos a lo grande. Sin embargo, esa posibilidad queda lejana y ahora, según declara Manolo Adana, presidente del Automóvil Club de Ibiza y Formentera, «es sacar una Pujada lo más digna posible y donde rondar los 40 pilotos y quizá 20 en motos, la gran novedad este año, sería notable».

Las dificultades no sólo afectan a la Pujada. «Este año, por ejemplo, en las 24 Horas de Montmeló, que es una prueba emblemática y que suele contar con unos 76 equipos, sólo tuvo una veintena. Algo parecido pasa este fin de semana en Puigmajor, una prueba muy importante en Mallorca, que de 100 pasa a 40 inscritos. Este año va a ser difícil, aunque soy optimista y confió en que todo va a salir bien dentro de un mes», asegura Adana. Las inscripciones para la prueba ya están abiertas.