Giuseppe Materazzi y Antonio Stina, durante la presentación de la nueva directiva del club.

T. S. Venzalá / C. Vidal

Comienza la cuenta atrás. La SE Eivissa tiene hasta las 24,00 horas de hoy para resolver ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) la deuda de 367.381 euros que mantiene con los jugadores de la pasada temporada. En caso de no abonar esa cantidad, bien pagándola en efectivo, con talones aplazados o con pagarés (en estos dos últimos casos siempre que sean aceptados por los reclamantes) o bien llegando a algún tipo de acuerdo con los jugadores para que éstos retiren las 18 denuncias que pesan sobre el club, el Eivissa se vería abocado al descenso a Regional Preferente.

Desde el club se ha reiterado por activa y por pasiva que «antes del 31 de julio» se solventarán todas las deudas. Sin embargo, a pocas horas de cerrarse el plazo, los jugadores siguen sin cobrar y sin retirar sus denuncias, algo que se debe, según comunicó el vicepresidente ejecutivo Antonio Stina el lunes en nota de prensa, a un retraso «con los plazos en la imposición de la transferencia internacional (desde Italia) a la cuenta corriente del club».

«Nosotros confiamos en que el Eivissa acabará pagando. Sería absurdo que el equipo se marche de pretemporada a Italia y fiche a varios jugadores para luego no pagar y perder la categoría», declara Raúl Garrido, ex capitán del Eivissa y, en la actualidad, segundo entrenador del Villarreal B.

Sin fondos

En la misma línea se pronunció José Rodríguez, uno más de los que han acudido en balde al banco a cobrar cheques sin fondos: «Este año hubo tantos días que prometieron pagar y no lo hicieron que la verdad es que no me creeré que van a pagar hasta que lo vea. Espero que mañana -por hoy- esté el dinero, porque sería una tontería estar en Italia y después no jugar en Tercera». Y es que el ex central rojillo acudió ayer a la entidad bancaria para nada: «El martes fui a Eivissa y Andoni Valencia me dio un cheque para cobrarlo hoy -ayer para el lector- día 30. Me he presentado en el banco y me han dicho que no hay ni un euro ahí. Eso es fuerte. Se la están jugando, porque si se les complica la cosa se pueden ir al garete. Nosotros hemos estado suficiente tiempo esperando y sufriendo hasta el último día. Yo le dije que hasta que no me paguen no voy a firmar el finiquito. Hasta entonces ni retiraré la denuncia ni firmaré nada».

Juan Olalla, defensa que reforzó al Eivissa en el mercado invernal, también se topó con un cheque sin fondos: «Me ha llamado el banco para decirme que no puedo cobrar el cheque del día 25 porque no había nada en la cuenta. Como caía en sábado el día 25, fui el pasado lunes al banco. Me dijeron que la transferencia tardaría un par de días, pero me han llamado para decirme que no hay nada». Además, los contactos con el club en las últimas fechas brillan por su ausencia: «El club no ha contactado conmigo últimamente. Me llamó Andoni hace ya tiempo para explicarme cómo iban a arreglar el tema, pero nada más. Tenían que mandarnos el cheque y, luego, nos darían las nóminas para firmarlas. Ellos sabrán lo que hacen. Les queda un día. Yo, si no cobro, no retiro la denuncia».

Desde Norcia

La plantilla, mientras tanto, prosigue su concentración en la localidad italiana de Norcia ajena a todos estos problemas. «De momento no hay demasiada intranquilidad. Sabemos que el plazo se cierra mañana -por hoy- y que en el fútbol no hay nada imposible, pero sería muy raro montar lo que se ha montado para acabar bajando por las deudas. No sería lógico», reconoce Tolo Darder, director de relaciones exteriores del Eivissa. Ayer mismo Pedro Ortega, presidente del club ibicenco, viajó a Italia para reunirse con la plantilla en Norcia.

Por otra parte, mañana sábado, a partir de las 17,00 horas, y siempre confiando en que el club haya eludido el descenso, el nuevo Eivissa tendrá en Montepulciano su primera prueba de fuego de la pretemporada ante el AC Siena, conjunto de la máxima categoría del calcio italiano.