El fútbol balear atraviesa por una paz pocas veces vista en esta época moderna. Ayer quedó evidenciado una vez más en la asamblea organizada por la Federació de Futbol de les Illes Baleares (FFIB) que más allá de las tensiones que pueden producirse en competición por la lógica disputa de los puntos en juego, el resto del año todos los estamentos del fútbol van en la misma dirección, de ahí que pueda hablarse abiertamente de una gran 'paz social' en todos sus estamentos.
La asamblea de la FFIB celebrada ayer volvió a respaldar la gestión de Miquel Bestard y lo hizo de forma mayoritaria, sin fisuras, consciente del esfuerzo que el presidente y su equipo realizan para intentar sobre todo que prime la seguridad en los campos de fútbol y que a los clubes y en especial a los directivos no les salga tan caro el organizar su club a todos los niveles. Bestard destacó precisamente la «unión» de todos como uno de los aspectos capitales para entender el enorme auge del deporte rey en nuestra comunidad y se mostró muy satisfecho por haber logrado entre todos «pacificar» el fútbol balear.
«Realmente no somos conscientes de lo mucho que pesamos en una comunidad como la Balear -dijo Bestard- y no tenemos la autoestima que deberíamos tener. Reunimos a más deportistas que el resto de federaciones juntas, tenemos 1.200 clubes, 23.000 fichas, 300 árbitros, 200 colaboradores, 15 selecciones, escuela de entrenadores y un entorno que es imposible de cuantificar y que lo forman los padres y familiares de los futbolistas», dijo el presidente de la FFIB.
Ascensos y descensos
En el orden del día destacó especialmente el punto que hacía referencia a ascensos y descensos, sobre todo de Segunda B y Tercera. El actual escenario hace que haya muchos desdensos y descensos en estas categorías y que influyen en el resto a partir de Preferente. Ayer se aprobó un sistema que en síntesis lo que plantea es definir los criterios que permitan configurar y equilibrar la competición de Tercera cumpliendo la reglamentación en cuanto a tres descensos y tres ascensos. Se plantea que los desdensos de Segunda B arrastren los menos clubes posibles a Preferente y en lugar de premiar un ascenso de un equipo de esta categoría más allá de los tres habituales, se apuesta por no descender a los equipos situados por encima de la antepenúltima posición. Desde que se varió el sistema de liguilla, los equipos de Baleares tienen más opciones de ascender a Segunda B, lo que supone trastocar mucho las categorías inferiores, una situación que con este sistema intentará evitar que se produzcan hasta seis descensos.
Este punto, junto al resto de los tratados en el orden del día se aprobaron por unanimidad. El presupuesto con el que contará la Federació de Fútbol para la próxima temporada ascenderá a los casi dos millones de euros.
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