Tomás S. Venzalá CÓRDOBA

Cristina Ferrer puso ayer el punto y final a la temporada con un broche de oro: el Campeonato de Europa Universitario. La ibicenca logró en el Palacio de Deportes Vista Alegre de Córdoba su tercer título de la temporada y segundo continental después de haberse hecho anteriormente con el Campeonato de España sub 21 y el Campeonato de Europa por equipos. Impresionante.

La pitiusa, que actuó como representante de la Universidad de Barcelona en la modalidad de kumite dentro de la categoría femenina de menos de 61 kilogramos, fue de menos a más a lo largo de la competición, que reunió a los mejores jóvenes del momento en el continente. De hecho, pasó más apuros de los esperados para superar las primeras eliminatorias en la sesión matinal. Los resultados hablan por sí solos: victorias por 1-0 desde octavos hasta semifinales. Pero lo importante era ganar y ella lo hizo, dejando en la cuneta a Karolina Dybska, Sara Ait Ibrahim y Esther Peña.

Como una leona indomable, Cristina Ferrer saltó por la tarde al tatami del Palacio de Deportes Vista Alegre dispuesta a comerse a la otra finalista: la canaria Ivonne González. La karateca ibicenca quería mejorar su imagen y sacarse así esa espina que le había impedido rayar a su mejor nivel hasta entonces. Quizá por eso el éxito de Ferrer nunca se tambaleó durante los tres minutos que duró la última cita.

Los continuos ánimos de los aficionados canarios no sirvieron para que Ivonne superara a una Cristina Ferrer imparable, que desarrolló su mejor combate de la competición para vencer por 3-0 y colgarse la medalla de oro en la ciudad califal. Nada más agotarse el tiempo, y tras el ritual de saludos típico del karate, la ibicenca se abrazó con su seleccionador y se marchó entre lágrimas al vestuario. La emoción fue la única que pudo con Cristina Ferrer en el campeonato.

«Me sentí ganadora»

La nueva campeona de Europa universitaria reconoció que había ido «de menos a más» a lo largo de la competición y aseguró haberse sentido «muy cómoda» en la final. «Por la mañana lo había pasado bastante mal, pero a la final llegué muy centrada. Calenté lo justo y me ha ido muy bien», explicó la karateca. «Me he sentido muy segura y ganadora». La ibicenca afirmó que «la mayor dificultad estuvo en los primeros combates». «Aunque la final era de más nivel, me costó más sacar adelante las primeras eliminatorias, sobre todo la segunda», señaló la pitiusa, cuyo próximo objetivo no es otro que «descansar», tal y como apuntó entre risas. El miércoles podrá hacerlo en su ciudad natal.

«No tiene techo»

Miguel Fernández, seleccionador barcelonés y profesor de karate, augura un futuro más que prometedor para Cristina Ferrer: «Es una competidora que está marcando una época. Tiene un gran futuro por delante. Su proyecto es muy positivo. No tiene techo ni límite ninguno, y sí una juventud muy grande y una ilusión tremenda por hacer las cosas bien. No está creciendo a toda velocidad, sino despacio pero bien. El techo se lo pondrá ella misma».

Sobre la final, Fernández afirmó que la ibicenca actuó de manera «inteligente». «Supo llevar el combate desde el primer momento hasta el final. El resultado lo dice por sí solo. Ha ganado a Ivonne, que es una gran competidora. El éxito es rotundo», sentenció.