El francés Pierrick Fedrigo (Bouygues) se apuntó la novena etapa tras superar al esprint al italiano Franco Pellizotti en la esperada jornada del Tourmalet, de 160 kilómetros entre Saint Gaudens y Tarbes, en la que no hubo batalla entre los favoritos y el italiano Rinaldo Nocentini conservó el maillot amarillo. Fedrigo se jugó la gloria con Pellizotti en un todo o nada después de una interminable escapada. Le ganó por velocidad en la recta de llegada, respondiendo al ataque de su rival. Firmó la gran cabalgada con un tiempo de 4:05.31. El pelotón, que se organizó en el descenso del Tourmalet, llegó con 34 segundos de retraso, encabezado por Oscar Freire. También lo intentó de nuevo José Joaquín Rojas (Caisse D'Epargne), que se conformó con la sexta plaza. Así el líder sigue siendo el italiano Nocentini, el madrileño, gran candidato le sigue a 6 segundos y Armstrong es tercero a 8.
Tranquilidad
Un desenlace de etapa llana, sin batalla en los puertos de leyenda, esta vez el Aspin y el Tourmalet. Con su cima a 70 kilómetros de la meta, la jornada no cumplió las expectativas. La actitud parsimoniosa en el ascenso al coloso pirenaico fue penosa. A falta de nombres ilustres, la etapa la trabajaron a fondo un grupo de 9 corredores. Allí estaban Fedrigo y Pellizotti, los animadores de un día de bostezo, acompañados de Jens Voigt pasaron escapados el Aspin, con una ligera ventaja sobre un grupo perseguidor donde marchaban, entre otros, Amets Txurruka y Egoi Martínez (Euskaltel) y Juanma Gárate (Rabobank) y Sergio Paulinho. El pelotón pasó a 4 minutos. Quedaba el Tourmalet como última dificultad pirenaica de la presente edición, en esta ocasión con la cima a más de 70 kilómetros de la meta. Pellizotti, tercero en el Giro, atacó a 10 kilómetros de la cima para eliminar a Voigt y llevarse a su rueda a Fedrigo. El italiano tuvo el honor de coronar la cima. El grupo perseguidor pasó a 2:50 minutos, con Egoi Martínez convertido en nuevo jersey «faralaes» de la montaña. Entre los favoritos tranquilidad y poca prisa. El Ag2r el líder Nocentini cargó el peso del ascenso al Tourmalet. Para evitar comprobar el porqué de tal definición los ilustres decidieron subir al trantrán, como si la etapa fuese una más de transición. La escuadra francesa se aseguraba el maillot de líder y el Astana el ahorro de energías. Más difícil de entender fue el comportamiento del resto de favoritos. A 30 kilómetros de meta, y con 2:40 de ventaja para Pellizotti y Fedrigo, el pelotón despegó a por el esprint. Los fugados gestionaron un puñado de segundos para disputarse un merecido premio. Y esta vez Fedrigo fue quien subió al podio.
El toque final lo puso Lance Armstrong, quien reconoció que «existe tensión» entre él y Contador por el liderato del Astana. «Para mí, Contador es muy fuerte, muy ambicioso. Me gustaría que ganara, pero si él es mejor corredor y yo no puedo hacer nada. No de otra forma, no me doy por vencido tan fácilmente», comentó.
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