La SE Eivissa tendrá un futuro con marcado acento italiano. Después de varios meses de incertidumbre desde aquél famoso 1 de mayo, fecha en la Ultima Hora adelantó que el futuro del club de Can Misses estaba ligado a la inversión transalpina, Pedro Ortega anunció a los socios el esperado acuerdo.

La Asamblea General convocada por el club, cuyo escenario fue el Hotel Ibiza Playa, reunió a 53 socios -escasa cifra de la que se lamentó el presidente- ansiosos por conocer las negociaciones llevadas a cabo por Pedro Ortega y las personas interesadas en invertir en la entidad.

La primera gran novedad que se desveló en la Asamblea y que ningún socio conocía era el nuevo abogado y asesor jurídico del club, Rafael Hernán, secretario de la asamblea de ayer y persona encargada de tramitar la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva. Transformación que la directiva espera alcanzar en el mes de diciembre y que deberá ser aprobada en una nueva Asamblea Extraordinaria que se realizará antes del 30 de julio.

El primer punto que trató Pedro Ortega fue el balance deportivo de la temporada. El presidente utilizó términos como «comienzo nefasto», «balance malo» o «caos en las primeras jornadas». El directivo realizó un repaso a los principales problemas que desembocaron en el descenso del primer equipo a Tercera División. Sobre el filial aseguró que «arrastraron los problemas del primer equipo» y añadió que «el fútbol base ha cumplido. La cantera, de 210 chavales, está funcionando».

A continuación, el constructor manchego se refirió a la deuda económica del club, que fijó en un millón de euros. De ellos, Ortega destacó que los patrocinadores deben 297.000 y el grupo Tarradellas, 150.000. Sobre la palestra apareció el nombre de Hicham, la persona de origen egipcio que prometió aportar un millón de euros y que finalmente renunció a la inversión pactada verbalmente.

Sobre este primer punto del orden del día no hubo ninguna pregunta ni sugerencia por parte de los socios.

Negociación

La parte más interesante llegó en el segundo punto: las conversaciones y el posterior acuerdo con el grupo inversor italiano para saldar la deuda y hacerse con el 80 por ciento del club. Ortega comenzó explicando que la empresa Mezzaroma se echó atrás después del descenso del equipo a Tercera. «Lo que queremos es salvar al club», continuó el presidente, para proceder a detallar la negociación, que tuvo su punto más crítico con la denuncia de Jonan García al club por impagos, posteriormente retirada. Con el 'OK' de ambas partes para sellar el acuerdo, sólo faltaba recomponer la cúpula directiva. Dos personas italianas pasarán a ser la mano derecha de Pedro Ortega, quien continuará como máximo dirigente. La deuda será saldada antes del 30 de julio y el dinero llegará a través de patrocinadores privados.

Tras dos preguntas formuladas por los socios Juan Cardona y Juan Costa, se procedió a la aprobación por unanimidad del acuerdo para la entrada del grupo inversor transalpino. El acto finalizó con un aplauso por parte de los socios hacia el presidente, Pedro Ortega.