El Sant Josep ya ha tomado medidas por los lamentables sucesos ocurrido el pasado 3 de mayo durante y al término del encuentro entre el equipo local y el San Rafael de la liga Regional Preferente. El club ya ha tomado cartas en el asunto y ha apartado al guardameta Carlos V. Royg y al entrenador del equipo juvenil, Juan Tur Marí, «incitadores» de los incidentes, según el anexo arbitral.
Ayer acababa el plazo para presentar alegaciones al Comité balear respecto a los incidentes ocurridos y las posibles sanciones a las que deberán hacer frente los responsables de esos hechos. Desde el club, que ha pedido disculpas por los incidentes, remitieron un informe en el que aseguran que la lesión del árbitro fue un acto fortuito que no fue causado por Silvio, jugador al que apuntaron el árbitro y el asistente como autor del golpe en la puerta que ocasionó la brecha.
Además, los jugadores denunciados por el colegiado Josep Roig por amenazas tendrán que declarar ante el juez en calidad de testigos, mientras que Silvio M. Cáceres ya ha tomado declaración como imputado.
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