La puesta en marcha de la competición en el Madrid Masters 1000 estuvo aderezada por el descontento evidenciado por el número uno del tenis masculino, el español Rafael Nadal contrariado con algunos aspectos del torneo.

Nadal cumplía ayer su tercer día en Madrid. Desde entonces se ejercita sobre la arcilla de alguna de las pistas de la Caja Mágica, la joya de la corona del torneo. Aún por pulir en sus últimos detalles para su arranque definitivo.

«A mí me gustaba más el torneo de Madrid como estaba antes», dijo Nadal ante el cambio de ubicación, de superficie y de calendario. Ahora es en tierra batida en lugar del cemento del Rockódromo de la Casa de Campo. En mayo en lugar de octubre. «A mí me encantaba Madrid como estaba antes. Estas instalaciones son de las mejores de las que hay en el circuito. El último torneo antes de Roland Garros que sea en altura cambia un poco la situación. Si se cambiara a lo mejor Roma por Madrid puede que fuera mejor o más adecuado», dijo.