El español Fernando Alonso sigue sin estar convencido de que los resultados obtenidos a la conclusión de los entrenamientos libres, en los grandes premios de F1, tenga reflejo en un resultado positivo al día siguiente, por ello sigue siendo un desafío interpretar al piloto.
Ayer subió hasta la segunda posición en la segunda sesión, a escasa una décima del alemán Nick Rosberg (Williams), un clásico en conseguir la pole extraoficial (siete de once), pero para Alonso no hay nada que celebrar, por ahora.
De decimoctavo por la mañana a segundo por la tarde. Esta ha sido su progresión, y ello le ha empujado a decir que no se siente tan pesimista como en China, al finalizar la jornada del viernes.
Hoy tendrán una nueva serie matinal para los experimentos y para valorar definitivamente si monta o no el KERS, incógnita no desvelada ayer, aunque sí que parece que lo ha utilizado su compañero, Nelson Piquet, todo dentro de un secretismo sorprendente en Renault, mientras que el resto de pilotos no parecen muy enigmáticos en esta materia.
Alonso intentará lo que consiguió la semana pasada, pero también sabe que si el tanque está más lleno de gasolina que hace siete días, el segundo lugar en busca de la 'pole' quedará algo lejos y que, por lo tanto, daría por bueno o muy bueno un sexto o séptimo lugar, aunque en un nuevo ataque de modestia lo consideró poco menos de «misión imposible».
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