Carlos Vidal

Hace ya quince días de la gesta protagonizada por el EBE Ibiza PDV en la Copa de la Reina, pero el conjunto ibicenco sigue de fiesta. Ayer, las de Jordi Fernández le dieron todo un 'baile' -'ball pagés', por supuesto- al Gran Canaria, en un partido en el que el PDV dedicó a su afición el subcampeonato conseguido en Salamanca con el pabellón municipal de Santa Eulària lleno casi hasta la bandera.

El encuentro fue un auténtico monólogo por parte del conjunto local, que desde el 5-0 del primer minuto de juego no perdió ni el mando ni el rumbo del partido. Las canarias nunca dieron sensación de aguar la fiesta local. Sólo una ligera reacción mediado el primer cuarto, que coincidió con la segunda personal de Lyttle, que tuvo que sentarse en el banquillo en el minuto 4, hizo que las de Mingo Díaz se colocaran 12-10 en el marcador tras un parcial de 0-7. Nada más. El equipo ibicenco dio un tirón, se colocó 20-10 en apenas dos minutos y ya no se dejó sorprender por el rival.

Los únicos que parecían capaces de quitar la sonrisa a las jugadoras locales eran los árbitros. Morales y Santana se cebaron con Sancho Lyttle, señalando personales ridículas a la pívot caribeña y permitiendo que las rivales se emplearan con demasiada dureza con ella. Lyttle estaba desquiciada por esa situación y no brilló a la altura de anteriores citas. En el primer tiempo estuvo sobre la pista 9 minutos y 33 segundos y sólo anotó 2 puntos y capturó 4 rebotes, números muy inferiores a los que jornada tras jornada nos tiene acostumbrados. Sin embargo, en esta ocasión, el equipo no acusó la baja aportación de su jugadora estrella. Morales, López y Johnson tomaron la batuta del equipo y jugaron un excelente partido, como demuestran los 20 puntos y 67% de acierto en tiros de campo de la escolta, los 13 puntos y 3 triples de la alero o las 6 asistencias de la base estadounidense.

Con el paso de los minutos, la ventaja empezó a ser cada vez mayor y llegó hasta los 21 puntos (75-54, min. 36). Además, jugadoras como Jessica Kellog y Romina Pesante, que debutaron con el equipo esta temporada en Liga Femenina, también se unieron a la fiesta.