Tal y como sucedió en la final de la Community Shield (Supercopa inglesa) en el pasado mes de agosto, el Manchester United salió airoso de la tanda de penaltis en la final de la Carling Cup ante el Tottenham y agrandó la cosecha de éxitos acaparados en el presente curso, tres junto al obtenido en Quito en el Mundial de Clubes.

El equipo más poderoso del Viejo Continente ambiciona ensanchar a lo grande un palmarés inundado. A la terna de premios acumulada hasta ahora en este ejercicio, aún suspira por la Premier, que domina con solvencia, la Copa de Inglaterra y la Liga de Campeones, por donde transita con la vitola de favorito.

Sólo se le ha resistido al conjunto de Alex Ferguson la Supercopa Europea. Quedó en evidencia frente al Zenit San Petersburgo, que deslumbró en el tramo final del pasado año.

Todo lo demás está en manos del United, que conquistó en Wembley su tercera Copa de la Liga después de desplazar del trono al vigente campeón, el Tottenham, que logró el triunfo hace un año de la mano del preparador español Juande Ramos, ahora responsable del Real Madrid.