Los pilotos españoles Carlos Sainz (Volkswagen), en coches, y Marc Coma (KTM), en motos, allanaron su camino en esta edición 2009 del Rally Dakar tras una plácida octava jornada en la que se hicieron más dueños de la clasificación general después de su llegada a La Serena (Chile).
Sainz ganó en una jornada con 652 kilómetros, 294 de ellos de especial, y 'metió' al sudafricano Giniel De Villiers (Volkswagen) más de 10 minutos y medio. El madrileño hizo valer su buen pilotaje sobre asfalto y arena, y tomó aire de cara a las etapas más complicadas que se avecinan a partir de mañana.
El bicampeón mundial de rallys estableció un cronómetro de 3 horas, 47 minutos y 19 segundos para apuntarse el triunfo por delante del alemán Dieter Depping (Volkswagen), que llegó a meta a los cuatro minutos. De esta forma, Sainz toma una bocanada de aire y afronta las jornadas más duras con un colchón razonable sobre De Villiers.
A su vez, el también español Nani Roma -único superviviente de Mitsubishi en esta edición de 2009- volvió a cosechar un cuarto puesto que le mantiene en idéntica posición en la general. El catalán perdió cuatro minutos y 15 segundos respecto a Sainz, pero se establece como alternativa y aguarda a dar la sorpresa a partir de este lunes.
La categoría de motos tiene un dueño sin debate. Ese es el español Marc Coma, que logró la segunda plaza en la jornada de ayer, pero que volvió a firmar una jornada redonda. El de Aviá aprovechó a la perfección el traspié del estadounidense Jonah Street, que acabó a más de 33 minutos del barcelonés, y se ve relegado al cuarto lugar de la general.
Coma no arriesgó porque no se cansa de repetir que «el Dakar no se gana en un día, pero sí se pierde». El piloto de KTM llegó segundo a la meta por detrás del francés Cyril Despres, que tomó la iniciativa en el ecuador de la prueba para no soltarla.
El campeón de la pasada edición fue el más rápido en su afán de estrechar el cerco a Coma, aunque su objetivo esté aún a 1 hora, 33 minutos y 34 segundos. Parece una empresa irrealizable, pero el Dakar es tremendamente imprevisible.
En esta misma categoría Jordi Viladoms (KTM) acabó quinto la etapa para quedarse sexto en la general -a casi 2 horas de Coma- y un sorprendente Juan Pedrero (KTM) finalizó en la novena plaza.
Hoy los valientes del Dakar afrontan la novena etapa que nace en La Serena, lugar de llegada de ayer, y muere en Copiapó tras 449 kilómetros de especial y 88 de enlace.
Los pilotos alcanzarán altitudes cercanas a los 1.200 metros y terrenos donde la arena será la gran protagonista.
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