Cote, durante una rueda de prensa ofrecida el verano pasado.

José Antonio Ribas Cote acumula cuatro años como presidente del Eivissa Bàsquet Sa Graduada. Desde entonces, no había vivido un momento tan delicado como el actual, en el que la junta directiva se ha visto obligada a destituir al técnico Chicho Lucas por los malos resultados del equipo. El conjunto que ahora dirigirá Óscar Beltrán se encuentra en la última posición del grupo E de la Liga EBA con un balance de dos victorias y ocho derrotas, algo que preocupa, y mucho, en el seno del club.

-Desde que preside al Sa Graduada, ¿éste es su momento más difícil?

-Sí, es el más complicado. El primer año estuvimos últimos casi toda la temporada, pero era normal. Era un proyecto nuevo y sabíamos que podía pasar. Era el primer año de Oliete y habíamos hecho un proyecto para dos o tres años. En estos momentos, la situación es complicada y no la esperábamos.

-¿Cree realmente que el despido del técnico es una solución?

-Eso nunca se sabe hasta el final de la temporada, pero está claro que un cambio teníamos que hacer. Tienes dos opciones: cambiar toda la plantilla o al entrenador. Las sensaciones de los últimos partidos no fueron nada positivas y pensamos que la solución era ésta, por eso hemos tomado esta medida. Si es la adecuada o no, no se sabrá hasta el final de la campaña.

-¿Piensa que esta plantilla está preparada para salvarse?

-Es la misma del año pasado, reforzada con un jugador más. Sabemos que teníamos un entrenador como Oliete que era un superclase y facilitó mucho que el año pasado acabáramos arriba. Este año no iba a ser igual y lo sabíamos desde el principio. El primer objetivo era salvarnos y luego miraríamos arriba, pero no creo que tengamos que estar en esta situación ni mucho menos.

-¿Los jugadores están rindiendo por debajo de su nivel?

-Sí. También hay que reconocer que las lesiones padecidas nos perjudicaron bastante. Sin embargo, en estas últimas jornadas, con la plantilla al completo y entrenando bien, las sensaciones estaban siendo malas. Eso es lo que queremos evitar.

-¿Le está decepcionando algún miembro de la plantilla en concreto?

-No. Todos están por debajo de su nivel. Basta con mirar los números. Somos el equipo que menos puntos anota, el que más recibe y el que peor suma de valoraciones de sus jugadores tiene de toda la Liga, cuando el año pasado éramos el segundo más anotador. Eso sí, nos metían muchos puntos, pero era porque nuestro juego era alegre y rápido, con resultados por encima de los 100 puntos. Este año nos cuesta hasta alcanzar incluso los 60.

-¿Está contento con la aportación de Aziz y Magí?

-Magí tiene que dar bastante más. Aziz está rindiendo mejor de lo que esperábamos. Es joven y había jugado poco en el Alaior. Es más bien una apuesta de futuro y este año debe servirle para acoplarse a la categoría. Sus números son bastante mejores de lo que esperábamos. Eso sí, también es verdad que ha tenido que jugar más de lo que esperábamos por las lesiones de Urit y algún que otro jugador.

-¿Sería necesario algún fichaje para salir a flote?

-Está claro que es una de las peticiones del entrenador, pero con la economía en la que nos encontramos los clubes, que estamos todos a dos velas, es imposible.

-¿Tiene miedo de descender?

-Estamos muy preocupados. Si hemos despedido al técnico es por el hecho de que pensábamos que había que hacer un cambio, porque estábamos en una dinámica que nos conducía hacia el pozo irremediablemente. Estamos a tiempo de salvarnos y vamos a luchar por ello.