Feliz por haber conseguido su segunda medalla de plata en unos Mundiales de karate, pero con la sensación de haber desaprovechado la gran ocasión de conquistar el oro por equipos, llegó ayer Irene Colomar a Eivissa.

La selección española de karate aterrizó el pasado lunes en Madrid después de su estancia en Tokyo, pero la joven ibicenca tuvo que retrasar su viaja a Eivissa hasta la tarde de ayer para cumplir con sus estudios en la capital.

Colomar reconoció que «fue un chasco» perder en la final con Alemania, una selección de las llamadas tapadas, pero que, para la ibicenca, «contaba en las quinielas».

«Fue un poco chasco porque con ellas ya habíamos luchado y las habíamos ganado». Además, Irene asegura que hubo mal arbitraje «en el segundo combate porque penalizaron a mi compañera sin motivo aparente y eso fue decisivo». Colomar, que perdió en la final su combate «por dos puntos muy dudosos» valora de forma muy positiva la experiencia y desea que en el próximo campeonato se puedan alzar con el oro: «Espero que la próxima sea la definitiva. Espero hacer un gran papel junto al equipo».

Irene Colomar destaca de Japón, un país con una cultura diferente, que «las chicas son guapísimas y van siempre muy arregladas. Todos son muy serios y van a lo suyo». La karateka, que no pudo evitar hacer la compra de rigor, se trajo de Tokyo una cámara de fotos.