Europa Press|BRUSELAS
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, reconoció ayer que quiere endurecer las reglas para limitar la compra de clubes de fútbol por parte de propietarios extranjeros, lo que dada la situación actual de recesión económica puede ocasionar «problemas futuros» en el deporte. «Debe existir un control de las finanzas en el fútbol, especialmente en tiempos de dificultades económicas como los que se viven ahora», señaló Blatter, que pidió ayuda a la Unión Europea (UE) para reconducir la situación.

«Pedimos a la UEFA que colabore junto a la Unión Europea para endurecer las normas, porque si no habrá grandes dificultades económicas en el futuro», vaticinó el máximo mandatario del fútbol mundial. Blatter aseguró que no se trata sólo de un problema del fútbol inglés, donde la compra de clubes por parte de millonarios extranjeros es un fenómeno creciente en los últimos tiempos, e incidió en la necesidad de impedir que la situación se extienda por el resto del continente. «No es sólo en Inglaterra donde el problema es grave, se extenderá por toda Europa y ésta es la razón por la que se debe actuar», sentenció el presidente de la FIFA, que reseñó que hoy en día «comprar un club de fútbol parece tan fácil como comprarse una camiseta».

Financiación
El suizo aseveró que los clubes «deben ser financiados y gestionados en la región o, al menos, el país en el que juegan», además de advertir del riesgo de que los equipos que caigan en manos de inversores extranjeros queden abandonados cuando ya no sean interesantes para dichos inversores.

Por otro lado, el presidente de la FIFA defendió hoy la propuesta que, junto a la UEFA, promueve para que cada equipo juegue con seis jugadores nacionales seleccionables y cinco extranjeros. Sin embargo, Blatter aseguró que «nunca pondrá en marcha» una iniciativa que contravenga la legislación europea, en referencia a la oposición de Bruselas a esta propuesta, por considerar que choca con el derecho a la libre circulación de los trabajadores.

El presidente de la FIFA hizo estas declaraciones al término de su participación en la comisión de Cultura del Parlamento Europeo. La intención de la FIFA, explicó Blatter, es comenzar a aplicar esta regla de manera paulatina a partir de 2010, con el sistema '4+7', es decir, cuatro jugadores seleccionables para el país de origen del club y siete extranjeros.

En el año 1995, el Tribunal de Justicia de la UE (TUE) abrió la libre circulación de jugadores comunitarios en territorio de la Unión con el conocido como 'caso Bosman', lo que marcó un punto de inflexión y permitió a los clubes fichar extranjeros con pasaporte europeo sin ninguna limitación.