Rubén Santaeulàlia (Àrea 11)

La SE Eivissa continúa sin conocer lo que es ganar lejos de su campo y el nerviosismo empieza a merodear en el ambiente rojillo. En esta ocasión no pudo sorprender a un líder que demostró su condición y se mostró muy superior a los hombres de Rubi. Por su parte, como ese buen vino que mejora con el paso del tiempo, el Villarreal B sigue con su espléndida trayectoria y, tras el triunfo de ayer, lidera ya en solitario el grupo III de Segunda División B. El filial amarillo se impuso a la SE Eivissa por 4-2 en un duelo movido.

El partido empezó con un dominio claro por parte de los pupilos de Juan Carlos Garrido. Los locales querían demostrar desde el principio por qué son los actuales líderes del campeonato. Y, entre tanto dominio, era cuestión de tiempo que el Villarreal B se adelantara en el marcador. Lo hizo de forma temprana, cuando el punta Chando puso en el minuto seis de partido el 1-0 en el electrónico tras un potente testarazo.

Tras esta diana inicial, el partido siguió con la misma dinámica y el filial villarrealense continuó siendo el dueño y señor del partido. Las ocasiones no pararon de llegar a la portería del guardameta Manu, que tuvo que emplearse con tino para que su equipo no encajara un segundo gol. Pero, visto el juego de los de La Plana Baixa, era cuestión de tiempo que los amarillos subieran el segundo tanto al luminoso. De esta forma, Gerard Bordás consiguió su tercer gol en lo que llevamos de temporada tras una acertada combinación entre los atacantes locales.

Cuando los baleares parecían ya abatidos, Juan Carlos acortó distancias con una gran vaselina a la que su homónimo villarrealense no pudo llegar. El partido tenía un ritmo frenético y, siguiendo esta espiral, el catalán Joan Tomás transformó en el minuto 31 una pena máxima cometida inocentemente por el central Joan Castillo sobre el extremo portugués Feli.

El Villarreal B seguía manejando al Eivissa como un juguete y el ariete Chando ahondó de nuevo en la herida del conjunto balear. El ex delantero del Lorca fusiló al portero tras una serie de rechaces dentro del área visitante, dejando el marcador en 4-1 antes del descanso y encarrilando el partido de forma clara para los intereses amarillos.

Tímida reacción

El segundo tiempo comenzó con la iniciativa del choque en manos pitiusas. El equipo entrenado por Rubi tenía aún la esperanza de sacar algo positivo de la Ciutat Esportiva y salió del vestuario al doscientos por cien. La intensidad balear tuvo premio y, a los tres minutos de la reanudación, el central Joan Castillo hizo más corta la ventaja amarilla al rematar al fondo de la red un córner botado por Jonan.

Tras este fulgurante comienzo de la segunda mitad, el encuentro se volvió a pausar. A pesar de que el Eivissa seguía intentado con insistencia acercarse al Villarreal en el marcador, los amarillos tranquilizaron el partido, haciéndose con la posesión del esférico y cerrando filas entorno a su portería. A falta de 20 minutos para la conclusión, el preparador visitante Joan Francesc Ferrer Rubi quemó todas sus naves introduciendo en el terreno de juego a Rial y Àngel Sánchez, que tenían la labor de intentar romper una defensa que ganaba seguridad a medida que avanzaba la segunda parte. Garrido también movió ficha, dando entrada al polivalente Cristóbal por Feli.

Con la incursión en el terreno de juego del valenciano, los amarillos intentaron agrandar su ventaja, empresa que casi lograron, ya que Joan Tomás tuvo una excelente ocasión en un mano a mano con el portero que acabó en el palo. El marcador no se movió, dejando al Villarreal B más líder y hundiendo al Eivissa.