El pívot croata Drago Pasalic entra a canasta ante la oposición de varios jugadores del Ricoh Manresa, equipo que al final se llevó la victoria del amistoso de Eivissa.

IURBENTIA BILBAO BASKET 70

RICOH MANRESA 77

IURBENTIA BILBAO BASKET (16+20+13+21): Seibutis (10), Vázquez (15), Recker (4), Weis (4) y Banic (12) -cinco inicial- También jugaron Savovic (3), Javi Salgado (1), Guardia (3), Lewis (3), Pasalic (6) y Blums (9).

14 de 34 (41,2%) en tiros de dos, 8 de 19 (42,1%) en triples y 18 de 26 (69,2%) en tiros libres. 19 faltas cometidas y 24 recibidas.

RICOH MANRESA (22+18+22+15): San Miguel (7), Montañez (12), Bulfoni (10), Asselin (8) y Rubio (5) -cinco inicial- También jugaron Alzamora (2), Sánchez (10), Ibaka (9), Marco (-), Grimau (9), Balmón (5) y López (-).

17 de 26 (65,4%) en tiros de dos, 9 de 21 (42,9%) en triples y 16 de 21 (76,2%) en tiros libres. 25 faltas cometidas y 18 recibidas.

Àrbitros: Martín Bertrán, Mitjana y Perea. Eliminaron con cinco faltas personales a San Miguel, por el Manresa, y a Banic, por el Iurbentia.

Incidencias: Polideportivo de sa Blancadona. Unos 1.000 espectadores. Antes del partido, Mario Avellaneda hizo entrega a Paco Vázquez de un trofeo en reconocimiento a su carrera deportiva.

Carlos Vidal

Era la noche de Paco Vázquez. El jugador ibicenco debutaba en casa desde que hace 16 años jugara su primer partido como profesional y todas las miradas estaban puestas en él. Da igual que el encuentro acabara decantándose a favor del Ricoh Manresa y que, además, la asistencia de público no fuera la esperada, con apenas 1.000 espectadores en la grada. El gran protagonista del partido era él y lo demostró, además, convirtiéndose en el máximo anotador del choque, con 15 puntos, y siendo el jugador más valorado del encuentro, con 18 de nota. Se lo merece.

Los primeros aplausos se los llevó, lógicamente, el pitiuso, que anotó sus primeros dos puntos desde la línea de tiros libres. Sin embargo, la ovación más grande en el primer cuarto fue para el jugador congoleño del Ricoh Manresa Serge Ibaka, que ejecutó dos espectaculares mates que hicieron las delicias del respetable. En cuanto al partido, el Manresa saltó a la cancha más centrado y tomó ventaja desde los primeros compases, mientras que el Iurbentia se mostraba demasiado acelerado y fallón. Sin embargo, las espadas estaban en todo lo alto y el primer cuarto se cerró con una exigua ventaja de los catalanes de 16-22.

Nada más empezar el segundo cuarto, un triple de Diego Sánchez abrió hueco en el marcador (16-25), pero las diferencias todavía no eran definitivas. Además, las cosas se apretaron en el minuto 19 con dos triples consecutivos de Paco Vázquez, que colocaban un 35-38 esperanzador para el conjunto que dirige Txus Vidorreta. Algo que se confirmó nada más comenzar la segunda parte. Una canasta de dos puntos de Pasalic y un triple de Seibutis pusieron al Iurbentia por primera vez con ventaja en el electrónico (41-40, minuto 21).

Pero fue sólo un espejismo. A partir de ahí, y de forma incomprensible, al conjunto vasco le entró la pájara y sólo anotó ocho puntos más en ese cuarto, algo que aprovechó el Manresa para marcharse definitivamente en el marcador con ventajas que llegaron a ser de hasta 17 puntos con el 45-62 del minuto 28.

Sin reacción

El partido se le había puesto muy cuesta arriba al conjunto de Paco Vázquez que, salvo proeza de última hora, tenía casi imposible voltear el resultado en el último cuarto. Lo intentaron desde la línea de tres. Vázquez, Guardia y Seibutis anotaron tres triples casi consecutivos para colocar un 58-65 en el minuto 33. Todavía había mucho tiempo por delante y nada estaba perdido. Pero Jordi Grimau respondió a continuación con otro triple para los catalanes y, otra vez, a diez puntos de diferencia (58-68). No había manera. Los minutos pasaban y el Iurbentia, muy espeso en ataque, era incapaz de recortar distancias ante un Ricoh Manresa que incluso físicamente parecía estar mejor que su rival.

Al final, derrota sin paliativos de los vascos por 70-77. Mañana, ante el ViveMenorca, en el segundo partido que disputa el Iurbentia Bilbao Basket en Blancadona, será otra historia.