C. Vidal

Joan Francesc Ferrer, Rubi, no estaba de acuerdo con Luis Elcacho en la valoración del partido y es que, para el entrenador del Eivissa, el penalti que supuso el 1-0 fue injusto y condicionó el partido. «Es una jugada en la que agarrones como ése dentro de una u otra área hay seis en cada partido y es un poco fuerte que el árbitro lo señalase. Si pita esa jugada, entonces tenía que pitar muchos más, porque al menos han habido tres penaltis en su área y tres en la nuestra. El partido iba para empate sin goles hasta que llegó esa jugada y es que el penalti nos ha matado», afirma.

Rubi, de todas formas, reconoce que su equipo no estuvo demasiado acertado. «No hemos encontrado en ningun momento el feeling en el partido. A pesar de ello, las cosas tampoco nos iban tan mal al principio de la segunda parte. El penalti lo ha cambiado todo y luego hemos regalado el segundo. Los dos goles han sido dos regalos, uno nuestro y el otro del árbitro», añade el entrenador.

La derrota supone la segunda del Eivissa fuera de casa y demuestra que todavía hay que mejorar muchas cosas. «Por ejemplo, en las disputas, en los balones divididos y en los rechaces. Son cosas que estamos trabajando., pero cuando pones un jugador de perfil técnico sabes que pierdes por el otro lado en el tema de agresividad. Es uno de los problemas que tenemos y que hemos tenido en los tres partidos. Pero no es una cuestión de actitud ni de ganas de los jugadores. En eso no tengo ningún reproche», añade Rubi.