El Barça se enreda

Racing de Santander 1

BARCELONA: Valdés (); Dani Alves (), Puyol (), Piqué (), Abidal (); Keita (), Xavi (), Busquets (); Pedro (), Hleb () y Etoo ().

Cambios: Iniesta () por Hleb; Messi () por Keita y Bojan () por Puyol.

RACING DE SANTANDER: Toño (); Garay (), Valera (), Christian (), Lacen (); Marcano (), Colsa (); Serrano (), Pinillos (), Munitis () y Tchité ().

Cambios: Jonathan Pereira () por Tchité; Gonçalves () por Serrano y Luccin () por Munitis.

Àrbitro: Ramírez Domínguez (colegio andaluz). Amonestó a Iniesta por parte del Barcelona y a Pinillos, Munitis, Serrano, Lacen, Christian, Marcano, Luccin por parte del Racing.

Goles:

1-0, minuto 70, Messi, de penalti.

1-1, minuto 76, Jonathan Pereira.

Ginés MuñozBARCELONA

Le sobra fútbol, pero le falta gol. Este Barcelona sabe jugar, pero le cuesta un mundo marcar, y ayer volvió a demostrarlo (1-1) ante un Rácing de Santander rácano y demasiado expeditivo que hizo méritos para irse de vacío del Camp Nou. Los locales crearon multitud de ocasiones, pero acabaron pagando, una vez más, su falta de puntería y el acierto del meta rival, un Toño muy inspirado que se erigió en el héroe de su equipo con cuatro o cinco intervenciones de mérito que evitaron una goleada.

Tras la derrota de Soria y pensando también en el inminente partido de Champions ante el Sporting de Lisboa, Guardiola decidió cambiarle la cara a su Barça y alineó un once revolucionario y huérfano de algunos de los jugadores con más ascendencia.

Messi, Iniesta y Touré se quedaron en el banquillo, y Henry, en la grada. A cambio, el técnico del conjunto azulgrana ofreció al escaso público que se acercó al Camp Nou la posibilidad de ver en acción a dos chavales del filial: Pedro, un extremo diestro que ya había exhibido su repertorio en el partido de ida de la fase previa de la Liga de Campeones ante el Wisla Cracovia, y Sergio Busquets, nuevo en estas lides y que ayer actuó como escudero de Xavi y Keita en el centro del campo.

Con este once tan inédito como inesperado el Barcelona no perdió ni mucho menos su identidad y, fiel a su estilo de juego, se adueñó del balón, del ritmo y del partido desde el primer minuto.

El Barca encerró al Rácing en su área en el segundo tiempo y los visitantes intentaron frenar el vendaval azulgrana renunciando definitivamente al balón y abusando del juego sucio. Messi, que había salido por Keita al cuarto de hora de la segunda parte, ejerció su papel de revulsivo y adelantó a los suyos al transformar un penalti (1-0) por manos de Christian, pero seis minutos después una falta lanzada por Garay la desvió Jonathan Pereira lo suficiente para engañar a Valdés