Carlos de Torres COMILLAS

Seis años después de la última conquista de la cima del Angliru firmada por Roberto Heras, la Vuelta regresa hoy al Olimpo del ciclismo español, la cima asturiana a tiro de piedra del cielo que ofrecerá sus terribles rampas para el esperado duelo entre Contador y Sastre, cabezas de cartel tras la eliminación de Alejandro Valverde en la etapa del jueves.

Tras la segunda jornada de descanso en tierras cántabras, llega el primer asalto decisivo. Los Pirineos no aclararon nada, si acaso que Contador se mostró como el más fuerte sin alardes y con ventajas pírricas. Valverde, antes del ya famoso despiste en el Alto del Caracol, y Carlos Sastre salieron indemnes de La Rabassa y Pla de Beret. Tampoco desentonaron Mosquera, Antón y Dani Moreno.

El navarro Egoi Martínez portará el jersey oro de la general hasta la cima. Los más próximos en la carrera sucesoria son el estadounidense Levi Leipheimer, separado por 11 segundos y los españoles Alberto Contador, tercero a 29, Carlos Sastre a 1.38 minutos. Entre ellos andará el juego, con Ezequiel Mosquera e Igor Antón a 2.10 y 2.23 respectivamente.

El día de gala de la presente edición es «el del Angliru», el «Mortirolo español», un puerto comparable con la no menos mítica cima italiana, donde el ciclismo, dicen, se hace inhumano. La jornada tendrá como «aperitivo» tres puertos de primera: el Alto de Arnicio, La Colladona y el Cordal.

El Angliru será el final de la etapa 13, a buen seguro el número de la suerte para unos pocos elegidos y el del descalabro para la mayoría. En cualquier caso un suplicio de 12,5 kilómetros de ascenso, con pendientes máximas del 23,5 por ciento y un total de 1.255 metros de desnivel hasta alcanzar 1.570 de altitud, donde el aire da esquinazo a los pulmones del corredor.

No en vano, el Angliru es considerado uno de los puertos más duros del ciclismo mundial junto al Mortirolo y el Zoncolan, también en Italia.