Una dosis de confianza. Eso fue lo que se inyectó ayer la SE Eivissa ante el equipo primavera del Inter de Milán, al que goleó y dominó en todo momento. Es cierto que se esperaba algo más por parte de las teóricas perlas italianas, pero también lo es que el conjunto de Rubi ofreció su mejor versión en el momento que más lo necesitaba, es decir, justo antes de comenzar la competición. Y lo hizo con Jonan García, autor de un hat trick, como protagonista en la parcela ofensiva, ésa en la que había existido una preocupante sequía a lo largo de esta pretemporada.

Los rojillos exhibieron un juego cruyffista -tal vez por el hecho de que Jordi Cruyff estaba en la grada junto al recién fichado Javi Moreno-, de toque y verticalidad en las bandas. En el campo no estaban ni Stoitchkov ni Goicoetxea, los míticos extremos del Dream Team, pero lo parecía. Raúl Rodríguez entró como Pedro por su casa por el costado derecho y Juan Carlos también destacó por la banda contraria. Los dos encontraron un filón por los carriles gracias también a la visión de juego de Àngel y la movilidad de un Julien que empieza a pedir a gritos un sitio en el primer equipo.

Los primeros 25 minutos fueron de tanteo, con dos equipos que se mostraron demasiado respeto. A partir de ahí, Raúl Rodríguez se encargó de aportar la chispa necesaria al partido. De sus botas nacieron tres ocasiones de gol, dos de ellas con Àngel como rematador. Sin embargo, el primer gol no llegó por el costado, sino en un balón largo que Julien aprovechó recortando al defensa, primero, y batiendo al portero de tiro cruzado, después. Era el minuto 33 y ahí había ya cavado su propia tumba un Inter de Milán con más camiseta que otra cosa.

Jonan decidió entonces ponerse el traje de luces para salir por la puerta grande. En el 38', con un defensor justo delante de él, se inventó un tiro de rosca a la escuadra que Belec siguió con la mirada. El público se levantó de sus asientos. No era para menos.

El festival del vasco no había hecho más que comenzar. El media punta sólo necesitó 56 segundos tras el asueto para emular a Julien en la definición del primer gol, con la salvedad de que no recogió un balón en largo, sino una triangulación de sus compañeros.

Si aún quedaba una esperanza de reacción por parte transalpina, ésta acaba de difuminarse. Encima, los pitiusos no quitaron el pie del acelerador, exhibiendo sus ganas de agradar y ambición. Los interistas comenzaron con su carrusel de cambios y el Eivissa, poco a poco, le tomó el relevo. Era el momento de repartir minutos entre los menos habituales, pero aún quedaba una última palabra por decir. ¿Y quién tenía que pronunciarla? Jonan García. El atacante rojillo, con un tiro a la escuadra, firmó su hat trick y un 4-0 alentador de cara al inicio liguero.