Peña Deportiva 1
PORTMANY: Prats, Mounir, Yeste, Iñaki, Marco, José Luis, Martínez, Carlos, Pablo I, Abel, Nandi. También: Pepe, Jaime (p.s.), Pepe Ramón, Pachón, Salvi, Johny, Pablo II, Arkaitx, Santa y Tomás.
PEÑA DEPORTIVA: Rivas, Aparicio, Villodre, Neftalí, Fonsi, Borja, Nacho Jara, Gallo, Heredia y Fofi. También: Moro, Buti, Casañ, Emilio, Rubén, Samir y Tino
Àrbitro: Daniel Fernández. Amonestó con tarjeta amarilla al local Nandi.
Goles:
0-1, minuto 10, Villodre.
Incidencias: Municipal de Sant Antoni, unos 300 espectadores.
Rubén J. PalomoSANT ANTONI
En los estudios de enseñanza primaria y secundaria se suelen realizar pruebas cada cierto tiempo de cara a una evaluación o examen final. Estos controles, como se denominan, le sirven al alumno y al profesor para calibrar el nivel que posee de cara a esa prueba definitiva donde se juega parte de su futuro.
La pretemporada, en el mundo del fútbol, está cargada de controles, aunque la meta no acaba siendo un examen final, sino una larga temporada liguera. La Peña había hecho los deberes a la perfección, salvo al inicio de los entrenamientos cuando no supo resolver los cálculos en su viaje a Madrid.
Ayer llegaba la última prueba, el test final antes de empezar el curso, y el equipo apenas alcanzó el aprobado. Cierto es que venció al Portmany y que se adjudicó el trofeo que había en juego, pero las sensaciones tras el pitido final fueron de derrota.
El equipo de Luis Elcacho, de Segunda división B, se enfrentaba en el ensayo definitivo al Portmany, equipo de categoría Regional Preferente de Eivissa y Formentera, y sólo fue capaz de marcarle un gol. Quizá por este hecho, y por la pobre imagen del equipo, sobre todo en la segunda mitad, Luis Elcacho no quiso ofrecer declaraciones y se marchó lanzando una expresión sincera y realista: «Como no espabilemos, somos carne de cañón».
Y es que a la Peña le falta algo para poder vivir tranquila en la nueva categoría. Primero le falta un fondo de banquillo de garantías y segundo, y no menos importante, un auténtico goleador.
El equipo de gala que ofreció Elcacho tenía presencia, toque y velocidad. Y los primeros 45 minutos fueron relativamente buenos. El binomio Ondina - Borja dejó gratas sensaciones, sobre todo por la calidad de sus componentes. Nacho Jara y Heredia también son garantía de éxito, pero a todos ellos les falta instinto asesino, por no hablar de David Gallo, quien sigue lejos de ser el '9' necesario.
El primer y único tanto llegó tras un zapatazo de Ondina que no pudo blocar el portero. El rechace lo empujó el capitán Villodre al fondo de las mallas (min. 10). La Peña gozó de cuatro ocasiones buenas para hacer gol, pero la definición era siempre pésima, y eso en Segunda B se paga.
En la segunda mitad se apagó la luz del equipo, quizá por los cambios, y el Portmany tuteó al equipo de Santa Eulària. Los espacios entre la defensa y la zona de creación eran abismales. Rubén y Casañ no supieron administrar el balón en ningún momento y Tino estuvo muy lejos de su mejor nivel. El primer disparo de la Peña en la segunda parte lo realizó el valenciano en el minuto 72, lo que significaba que el equipo no sabía o no podía llegar al área rival.
Luis Elcacho tiene una semana para devolver la confianza a su equipo, que necesitará mucho más que eso para doblegar al Barcelona Atlétic, el próximo domingo en Santa Eulària.
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