ESTADOS UNIDOS 92

GRECIA 69

ESTADOS UNIDOS (20+31+23+18): Kidd (-), Bryant (18), Anthony (8), James (13), Howard (2) -cinco inicial-, Wade (17), Bosh (18), Paul (4), Williams (5), Boozer (4), Redd (3) y Prince (-).

GRECIA (016+16+22+15): Diamantidis (-), Spanulis (14), Vasilopulos (3), Fotsis (9), Glyniadakis (2) -cinco inicial-, Papalukas (15), Schortsanitis (3), Burusis (9), Zisis (3), Tsartsaris (6), Pelekanos (5) y Printezis (-).

Àrbitros: Brazauskas (LTU), Sudek (SVK) y Aylen (AUS). Sin eliminados.

Jorge MuñoaPEKÍN

La selección de los Estados Unidos se colgó el cartel de cuartofinalista en Pekín 2008 en un 'remake' de la semifinal del pasado Mundial 2006 que poco, o prácticamente nada, tuvo que ver con aquella noche del 2 de agosto de hace dos años en el Saitama SuperArena de Tokio, más que nada porque, en esta ocasión, el perdedor fue Grecia y, por ende, porque ahora no había ninguna medalla en juego. El 111-95 que los griegos obtuvieron en las semifinales del Mundial de Japón 2006 sobre el conjunto estadounidense queda ya lejos. Grecia ha cambiado, no mucho, pero ha cambiado. Los Estados Unidos, con el mismo entrenador, Mike Krzyzewski, y algunos de los jugadores que perdieron aquel tránsito hacia la final mundialista (Lebron James, Carmelo Anthony...), también ha cambiado. Da la impresión que a mejor. En realidad, en el reencuentro entre los helenos y los chicos de las barras y las estrellas desde Japón todo ha cambiado. Transformaciones poco profundas a simple vista, pero abisales por debajo de la superficie apreciable a bote pronto. Grecia ganó en Tokio con todas las de la ley. En China perdió sin discusión. El ten con ten de la capital china alcanzó, minuto arriba minuto abajo, hasta el descanso. En la segunda parte los apasionados seguidores orientales, que sienten una admiración indescriptible por los jugadores norteamericanos, lo pasaron en grande con el paseo de los NBA a partir del intervalo. Sin embargo, nadie hubiera puesto la mano en el fuego por los estadounidenses hasta el comienzo del tercer período. Al final los estadounidenses reaccionaron y se llevaron el partido.