Óscar Pereiro, retirado del Tour de Francia tras la caída sufrida anteayer en el transcurso de la decimoquinta etapa, salió del hospital de Cuneo tras ser sometido a pruebas médicas para comprobar el estado de su fractura de húmero y emprendió el camino a Vigo, donde será intervenido quirúrjicamente hoy.

El vencedor del Tour 2006, que se perderá el resto se la temporada, estuvo ingresado en el hospital de Cuneo tras la caída, donde fue sometido a diversos reconocimientos y donde pasó la noche y estará, al menos, dos meses de baja, indicó el doctor.

«Ha dormido mal, porque, además de la fractura, sufre heridas en diversas partes de su cuerpo, por lo que no está cómodo en ninguna postura», relató Hoyos, quien aseguró que su estado de ánimo es bueno. «Incluso ya cuenta chistes», dijo el médico.

«No es una intervención complicada pese a que es una fractura compleja. Puede hacerse en cualquier lado, pero preferimos hacerlo en España por comodidad de la familia y para la rehabilitación», indicó Hoyos antes de las pruebas en el hospital.

El ciclista se cayó en el kilómetro 80 de la etapa de ayer, disputada entre Embrun y Prato Nevoso, cuando chocó con el sudafricano Robert Hunter, que había caído con anterioridad. Pereiro saltó por los aires y se precipitó por un barranco, por lo que todo el pelotón quedó consternado al ver la caída.

Pereiro no podrá disputar la Vuelta a España ni los Juegos Olímpicos de Pekín, dos de sus objetivos para esta temporada.