R. J. Palomo

La mala suerte se cebó en exceso con un jugador querido por la plantilla de la Peña Deportiva y una auténtica bala en la banda derecha del bloque de la Villa del Río. Raúl Gómez lleva dos meses sufriendo una dislocación de hombro y una pésima asistencia médica que le ha imposibilitado recibir una adecuada rehabilitación. «No estoy ni bien ni mal. El lunes empiezo la rehabilitación después de dos meses. Hoy -por ayer- es mi primer entrenamiento y estoy esperando a caerme para saber como estoy», afirma el extremo deportivista, que puntualiza que «si hubiera recibido rehabilitación todos los días durante dos meses estaría como una roca».

De hecho, su entrenador, el asturiano Dani Mori, se ha venido quejando en reiteradas ocasiones de la demora que ha sufrido el futbolista en ser tratado por por los médicos de la federación.

Pese a tener su hombro dislocado desde el fatídico partido ante el Poblense (13 de abril), en el que también cayó lesionado el guardameta Sasha, Raúl no pierde la esperanza de disputar algunos minutos en la eliminatoria decisiva ante el Don Benito. «Estoy deseando jugar. Vi la prensa y las fotos de mis compañeros después del partido en Mutilva y estoy loco por jugar. Todos me dicen que no juegue porque como arriesgue va a ser muy fasticiado, pero no les hago ni caso -comenta entre risas-. Yo estoy disponible y si el mister cree conveniente ponerme, jugaré. Llevo una protección y un venda, por lo que no tengo inconvenientes», asegura el diestro, que sigue en manos del fisioterapeuta Parrita para poder jugar.

Cena de conjura

El pasado martes la plantilla de la Peña realizó una de las últimas cenas de la temporada en la que todos los integrantes del primer equipo mostraron su ilusión por el posible ascenso de categoría. «Estamos deseando que llegue el partido porque nunca lo habíamos tenido tan cerca. Va a ser súper complicado. Si sacamos un buen resultado en casa, tal y como estamos, a ver quien nos mete goles allí. Además, notarán el terreno de juego porque están acostumbrados a la hierba natural» señala Raúl, que acaba añadiendo que haría lo que hiciera falta por subir a Segunda B ante un equipo muy fuerte por arriba: «Sus cuatro defensas son centrales de 1'90 y tendrán un buen juego aéreo, pero nosotros jugaremos por abajo y tenemos a Tinet Tinet -apodo de Tino-. Si para subir se me tiene que salir el hombro, que se me salga».