EfeBAHREIN

La inferioridad mecánica con la que el español Fernando Alonso (Renault) está afrontando la primera parte del Mundial de Fórmula Uno volvió a quedar ayer patente, en una primera jornada de pruebas libres para el Gran Premio de Bahrein de Fórmula Uno dominada con autoridad por los bólidos rojos de Massa y Raikkonen.

Alonso trabajó con su equipo sin descanso en busca de un equilibrio aerodinámico que le permita ir lo mejor posible en un trazado, el de Sakhir, que combina largas rectas y fuertes frenadas. Pero el resultado, pese a tratarse sólo de una jornada de pruebas libres, no se antoja el deseado.

Los cierto es que el bicampeón español acabó la jornada a dos segundos y 335 milésimas del brasileño Felipe Massa (Ferrari), el mejor en ambas tandas, y se clasificó en el décimo y en el duodécimo puesto. «No se sabe si éste será el peor Gran Premio de la temporada para nosotros, pero a priori, sí que parece que será uno de los peores, porque estamos sufriendo un poquito más que en Australia y en Malasia. A ver si mañana -por hoy- lo podemos arreglar, y hacer un buen papel en la crono», afirmó Alonso que ayer, además, llegó a tocarse con el alemán Adrian Sutil (Force India-Ferrari) a falta de poco más de un minuto para el final de la segunda sesión, en una acción que acabó con ambos haciendo un trompo.

Sin embargo, la situación más tensa de la jornada la protagonizó su ex compañero de equipo en McLaren Lewis Hamilton, que sufrió un aparatoso accidente del que salió ileso. A falta de nueve minutos y medio para el final de la segunda sesión, el actual subcampeón del mundo perdió el control de su monoplaza al pasar por encima de un bordillo y se estrelló con el costado derecho contra una barrera de neumáticos de protección. Hamilton abandonó sin problemas un coche que quedó muy dañado en todo el lateral derecho.