El Ros Casares muestra sus credenciales

RIVAS FUTURA (8+12+20+2): Camps (2), Antoja (2), Joens (14), Sarenac (12) y Antibe (10) "cinco inicial", Pina (-), Gómez (2), Dubljevic (-), Argüello (-), Pavetic (-), Gil (-) y Ruiz (-).

Àrbitros: Souto Farto y Carpallo Martínez. s
Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa de la Reina, disputado en el pabellón San Pablo de Sevilla.
Redacción
El Ros Casares dio ayer buena fe de sus intenciones en esta Copa de la Reina al dejar en la cuneta al Rivas Futura por un contundente 73-42. El equipo valenciano se ha metido entre ceja y ceja levantar el trofeo de campeón y no quiere generar ni una mínima duda. Por eso, un solo cuarto le bastó para fulminar al Rivas Futura (24-8), que demasiado hizo con adjudicarse un periodo, el tercero (8-20).

Las pupilas de Manolo Real salieron a tope para dejar la contienda decidida cuanto antes y poder dar descanso a sus titulares. Y eso hicieron. Tornikidou y Laia Palau empezaron a matar el choque en el minuto 5 (16-4). A partir de entonces se vivió un querer y no poder de las madrileñas. La ventaja crecía y crecía mientras los aficionados valencianos (cerca de medio millar) expresaban su alegría. Antes del descanso la diferencia llegó a los 33 puntos, aunque al final se quedó en una treintena (50-20).

Parecía imposible que el Rivas cambiase la situación, pero un parcial 0-7 y, sobre todo, el nubarrón en ataque del Ros Casares durante los seis primeros minutos del tercer cuarto "perdieron 10 balones" hicieron que se pusiera a 20 puntos de distancia (53-33).

Real pidió un tiempo muerto y recompuso sus piezas con Ferragut, Jordana, Aguilar, De Souza y Douglas en pista. Sin embargo, la dirección más acertada de Antoja, la fortaleza interior de Sarenac y la polivalencia de Antibe hicieron posible que se empezase a hablar de milagro (55-40, minuto 28). Pero nada más lejos de la realidad; dos míseros puntos del Rivas Futura en los últimos diez minutos lo apartaron de cualquier opción de luchar por las semifinales.